Anda la osa!!!...
Lo primero saludar a Alflobo. Un alegrón que te hayas unido de nuevo a la partida. Se te echaba de menos, compañero...
Lo segundo pedir excusas. En el curro ha surgido un problema de cien mil pares de narices que me ha obligado a centrarme totalemte en el mismo. El tema no está ni con mucho solucionado pero, por lo menos, ahora puedo sacar algo de tiempo para lo que me gusta, jejeje...
Pero a lo nuestro:
Cuando el grupo llega a la altura de la carreta es Stanislav Vadim quien, como de costumbre, lo cierra. Sus cortas piernas no están echas para correr y la prominente panza tampoco es que ayude demasiado. Para hacer honor a la verdad, la velocidad punta de nuestro amigo más se parece a un trote cochinero que a otra cosa. Mientras jadea y suelta horribles juramentos enanos, cada pocas zancadas Stanislav echa una mirada por encima de su hombro para vigilar si los enardecidos aldeanos le dan alcance. De vez en cuando espeta a sus compañeros con voz ahogada:
- Por Papá Stalin, no corrais, cobardes, que es peor...-
Cuando el grupo por fin se para, Stanislav se apoya jadeando sonoramente en un arbol e inspira profundas y sonoras bocanadas de aire para llenar sus castigados pulmones. Nota como las sienes le laten de una manera salvaje y como las hermosas pápulas, pústulas y vesículas que festonean su cuerpo arden como si también ellas se quejaran del esfuerzo. Se mesa las barbas en un acto reflejo y un espeso y rizado mechón de pelos se quedan en su mano. Mientras recupera el aliento oye como sus compañeros saludan sorprendidos a alguien y alza la vista y mira incrédulo a la alta figura y a su corcel. Por un momento cree que los ojos le están jugando una mala pasada. Tras cerciorarse de lo que ve es cierto se encoje de hombros y sacude la cabeza intentando aclarar su mente. Alcanza a oir como los demás se inclinan por no enfrentarse a los enardecidos aldeanos y salir huyendo.
- Vaya, semielfo, tu por aquí. Pues mira, has llegado en el momento oportuno para participar de la fiestecita que nos han organizado. Estoy de acuerdo con vosotros, lo mejor será evitar el enfrentamiento con los aldeanos, no creo se avengan a razones y tampoco creo que sea de recibo derramar sangre inocecente por mucho que esta pertenezca a aldeanos imbéciles incapaces de darse cuenta de lo que en realidad ha sucedido. Marchemos pues, antes de que tengamos que entablar combate con esos desgraciados...-
Saludos!!!