Mira bien, anda . Como te he dicho antes, has tenido incluso mucha suerte porque tus pérdidas deberían haber sido bastante más del doble, jejeje. Cuando termine esta partida, y si te portas bien , te contaré una forma muy original de proteger a tus tropas del Rain of Stones.Guerrillero escribió:Es posible que tengas razón, pero no sabría decirlo: en la reproducción de la batalla yo solo veo dos unidades tuyas, nada más. Leo que hay lanzamiento de hechizos de tu parte, pero no veo magos. Luego por la segunda ronda convierto a tus dos unidades en plasma congelado y resulta que de alguna forma he perdido varios magos y una buena cantidad de diversos sagrados.
Yo le doy mucha importancia a la diplomacia y por tanto suelo ser muy activo en ese campo. Pero el de Torin es para estudiarlo en alguna academia de ciencias políticas . No consigo entender cómo os ha convencido a casi todos de que el peligro era yo mientras se dedica a sacar tártaros y varios miles de tropas (no exagero nada) con total tranquilidad. Que todo el mundo le baile el agua sólo puede explicarse por una diplomacia muy bien llevada. Vamos, que os ha engañado a todos .Guerrillero escribió:Tu trabajo diplomático tampoco ha sido tan malo, ¿no?
La fábrica de tártaros la tiene montada desde hace tiempo, y se ve que esa era su estrategia básica inicial (lógico con Pangaea). Quizás no le déis la importancia real que tienen los tártaros ya que en D4 sólo los puede sacar un jugador (en D3 al menos dos). Pero es que resulta que todos sabemos desde hace muuuuuucho tiempo que ese jugador es Torin. ¡Incluso pagó dos veces por el GoH!
Cuando un jugador empieza a sacar tártaros por un tubo, con el GoH intocable, lo último que deben hacer los demás, al menos en mi opinión, es apoyarle en absolutamente nada de lo que haga, menos aún en una guerra. Al contrario, ese jugador debe convertirse de inmediato en el objetivo de todos, lo mismo -o peor- que cuando alguien lanza el Burden of Time.
Pero si encima el resto de los jugadores se dedican a atacar en masa al único que ha hecho algo para detener la fábrica de tártaros, pues entonces apaga y vámonos. Su triunfo diplomático se traduce de manera automática en una victoria sin discusión. En cuanto que yo muera, se acabó la partida porque entonces las miles de gemas que Pangaea tendrá atesoradas se convertirán en 8-10 tártaros por turno totalmente equipados. Mientras que eso no ocurra, pues los comeflores se dedican a pastar tranquilamente porque ya hay otros poniendo su empeño guerrero en otros lares, así que no tienen mucho de qué preocuparse.
En serio, el éxito diplomático de Torin en esta partida es de libro, miradlo bien...