Pilas cargadas para un buen rato...
De vuelta. Besos a los amigos, saludos a todos.
No soy el del camello.
De vuelta al atasco...
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Kal
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De vuelta al atasco...
Una semana sin internet, sin obligaciones familiares, en una ciudad apasionante, huyendo de las rutas turísticas cuando era posible...
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One lovely morning about the end of april 1913, found me very pleased with life in general...
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McLarry
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Re: De vuelta al atasco...
¿El de abajo entonces?Kal escribió: No soy el del camello.
"Muy buena esa orden, no me la esperaba"
(Haplo Patryn)
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Kal
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Da gusto estar de vuelta. Echaba de menos las puyas.
Es un arrabal de El Cairo, cerca de Gizah (o como se escriba en castellano, que alguno saltará), aunque no he ido a hacer turismo clásico de pirámides y faraones. Eso lo dejo para volver con mi mujer. El tipo que monta el DROMEDARIO no es un hombre azul, de hecho era bastante marrón. Tampoco soy el animal, gracias a los dioses.
Ha sido una apasionante semana de inmersión en una ciudad bulliciosa, llena de contrastes, de personas que se buscan la vida (entre 1 y 3 millones de criaturas entran por las mañanas y salen por las noches).
Nunca me ha gustado la versión "telediaria" de la realidad. Me traigo mis propias impresiones sobre muchas cosas y algún conocido que espero convertir en amigo.
Sobretodo, lo que buscaba, y creo haber conseguido, es volver a reafirmar mi convicción de que disfrutamos la vida en una isla de prosperidad en medio de un mundo que busca la suya propia.
Bueno, me alegra estar de nuevo en casa, en cualquier caso.
Es un arrabal de El Cairo, cerca de Gizah (o como se escriba en castellano, que alguno saltará), aunque no he ido a hacer turismo clásico de pirámides y faraones. Eso lo dejo para volver con mi mujer. El tipo que monta el DROMEDARIO no es un hombre azul, de hecho era bastante marrón. Tampoco soy el animal, gracias a los dioses.
Ha sido una apasionante semana de inmersión en una ciudad bulliciosa, llena de contrastes, de personas que se buscan la vida (entre 1 y 3 millones de criaturas entran por las mañanas y salen por las noches).
Nunca me ha gustado la versión "telediaria" de la realidad. Me traigo mis propias impresiones sobre muchas cosas y algún conocido que espero convertir en amigo.
Sobretodo, lo que buscaba, y creo haber conseguido, es volver a reafirmar mi convicción de que disfrutamos la vida en una isla de prosperidad en medio de un mundo que busca la suya propia.
Bueno, me alegra estar de nuevo en casa, en cualquier caso.
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Haplo_Patryn
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Cuando estoy triste o deprimido, pienso en la suerte que tenemos. Ni nos hacemos una idea de lo bien que estamos, nuestros problemas son insignificantes en comparación a los que tienen una gran parte de la población mundial.Kal escribió: Sobretodo, lo que buscaba, y creo haber conseguido, es volver a reafirmar mi convicción de que disfrutamos la vida en una isla de prosperidad en medio de un mundo que busca la suya propia.
Bueno, me alegra estar de nuevo en casa, en cualquier caso.
Saludos y bienvenido de nuevo, Kal.
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Kal
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Cloud, ahijado, la ciudad era El Cairo.
Gracias Haplo.
Cuando hago una de estas escapadas siempre me impresionan, sobre todas las cosas, los niños.
Ver cómo viven, aprenden, trabajan, piden limosna, venden baratijas o productos del campo, se quitan los piojos unos a otros, cómo juegan en lugares inmundos, sus escuelas, las iglesias- mezquitas-templos donde les meten en la cabeza un rudimento de creencia para soportar lo insoportable, ver en qué condiciones tienen que hacerse mayores me da muchas claves sobre cómo funcionan las cosas. Es inmensamente triste para mí, nunca llego a acostumbrarme a ver esa alegría de los niños entre los escombros de la pobreza. Y todo ello agravado por el fenómeno curioso de que muchas casas no pueden tener nevera pero sí procuran hacerse con una antena parabólica. Saben que existen nuestros hijos, que viven en casas bonitas y seguras, disfrutan juguetes fantásticos, van al colegio y comen chucherías...
El domingo pasado conocí a un crío llamado Karim. Vende postales en un barrio próximo a las pirámides. Mis botas Timberland de 300 euros apenas conseguían librarme del frío de la noche y él iba descalzo. Le expliqué que no iba a darle limosna, le pregunté su nombre, hablamos un poco en dos o tres chapurreos de idiomas, nos reímos juntos y en un momento dado salió corriendo, unos minutos después regresó y me regaló una postal que suele vender a los turistas.
Las emociones son gratis y se nos ha olvidado. No hace falta un Corte Inglés para recibir un regalo que te llega al corazón. Aunque parezca mentira.
Lo que cuesta mi nueva tarjeta gráfica permite a una familia vivir medio año. Algo está definitivamente mal en este mundo. ¿Demagogia? La puta verdad.
Gracias Haplo.
Cuando hago una de estas escapadas siempre me impresionan, sobre todas las cosas, los niños.
Ver cómo viven, aprenden, trabajan, piden limosna, venden baratijas o productos del campo, se quitan los piojos unos a otros, cómo juegan en lugares inmundos, sus escuelas, las iglesias- mezquitas-templos donde les meten en la cabeza un rudimento de creencia para soportar lo insoportable, ver en qué condiciones tienen que hacerse mayores me da muchas claves sobre cómo funcionan las cosas. Es inmensamente triste para mí, nunca llego a acostumbrarme a ver esa alegría de los niños entre los escombros de la pobreza. Y todo ello agravado por el fenómeno curioso de que muchas casas no pueden tener nevera pero sí procuran hacerse con una antena parabólica. Saben que existen nuestros hijos, que viven en casas bonitas y seguras, disfrutan juguetes fantásticos, van al colegio y comen chucherías...
El domingo pasado conocí a un crío llamado Karim. Vende postales en un barrio próximo a las pirámides. Mis botas Timberland de 300 euros apenas conseguían librarme del frío de la noche y él iba descalzo. Le expliqué que no iba a darle limosna, le pregunté su nombre, hablamos un poco en dos o tres chapurreos de idiomas, nos reímos juntos y en un momento dado salió corriendo, unos minutos después regresó y me regaló una postal que suele vender a los turistas.
Las emociones son gratis y se nos ha olvidado. No hace falta un Corte Inglés para recibir un regalo que te llega al corazón. Aunque parezca mentira.
Lo que cuesta mi nueva tarjeta gráfica permite a una familia vivir medio año. Algo está definitivamente mal en este mundo. ¿Demagogia? La puta verdad.
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Santiago Plaza
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Bienvenido Kal.
Ni idea de que habías estado por ahí fuera.
¿Puedes contarnos algo más de tu viaje?. ¿Cuanto tenías de libertad y cuanto de organizado?. ¿que sitios has visitado?, ¿Alguna foto?, etc... (Si no soy demasiado indiscreto).
Joooder... Unas botas de 300 Euracos. ¡La virgen!.
Aunque he de decir que hace ya muchos años me compré unas botas de montaña por 27.000 pesetas. Y llevo años y años usándolas. Puede parecer un precio caro. Pero para el servicio que me han dado y me están dando no dudaría en hacerlo de nuevo.
Muchas veces el dinero del pobre va dos veces a la compra y no quería que me pasara eso con el calzado de montaña.
Ni idea de que habías estado por ahí fuera.
¿Puedes contarnos algo más de tu viaje?. ¿Cuanto tenías de libertad y cuanto de organizado?. ¿que sitios has visitado?, ¿Alguna foto?, etc... (Si no soy demasiado indiscreto).
Joooder... Unas botas de 300 Euracos. ¡La virgen!.
Aunque he de decir que hace ya muchos años me compré unas botas de montaña por 27.000 pesetas. Y llevo años y años usándolas. Puede parecer un precio caro. Pero para el servicio que me han dado y me están dando no dudaría en hacerlo de nuevo.
Muchas veces el dinero del pobre va dos veces a la compra y no quería que me pasara eso con el calzado de montaña.
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Kal
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Me explico...
Las Montblanc a las que se refiere Rommel son imitaciones que se consiguen en Marruecos (y en medio mundo, en realidad), un país por descubrir donde ambos solemos con ir con cierta frecuencia por proximidad y afición personal. El otro día me regaló una de esas imitaciones y de ahí su broma.
Las botas y zapatos Timberland son la mejor inversión que he hecho jamás. Las primeras las compré en el año 2000 y me sirvieron perfectamente en un largo viaje de un año por el sudeste de Asia, Australia, algunas islas de Indonesia y Timor. Con aquellas pateé miles de kilómetros, se mojaron y se secaron sobre mis pies montones de veces y, combinadas con unos calcetines especiales cuya marca no recuerdo, me mantuvieron a salvo de heridas, picaduras y los efectos de la humedad cuando otros las pasaban putas por culpa de problemas en los pies. Aún están en mi armario, con la suela casi completamente desgastada. Ahora no sé cuánto cuestan, yo pagué casi 300 euros por ellas en su día. El otro día compré unos zapatos de esa marca y pagué 150 euros muy a gusto porque sé que me durarán años.
¿Este último viaje?. Ha tenido como destino la ciudad de El Cairo. Por las mañanas tenía obligaciones profesionales; pero las tardes y las noches las he dedicado a moverme sin guía ni itinerario prefijado.
Suelo aprovechar los viajes de trabajo en España y el extranjero para hacer este tipo de cosas.
Yo quería ver con mis propios ojos cómo vive la gente en una gran ciudad en un país islámico. Me he acercado bastante a cuanto cairota he podido, he visitado todos los lugares que he podido: iglesias católicas perdidas en los barrios menos boyantes, mercados no frecuentados por turistas, he tomado metros donde me ha resultado curioso ver que el primer vagón es sólo para mujeres aunque puedes ver alguna en los restantes; he podido visitar varias mezquitas y he hablado con mucha gente allí. Este aspecto me interesaba especialmente porque se habla tanto en España sobre el Islam que quería saber cómo lo viven allí. He visitado tiendas de antigüedades, un viejo café frecuentado en su día por Naguib Mahfuz en el apasionante Bazar de Khan El Khalili (allí sí había turistas); el mercado local de Attaba, donde no vi un sólo occidental y me sentí la mar de a gusto, la verdad.
Quiero volver con mi esposa y entonces me dedicaré a las pirámides y el Egyptian Museum, espectáculos ambos impresionantes por cierto, por lo poco que he podido ver hasta el momento.
Una cosa que no pienso volver a hacer es subir al sarcófago de Keops en el interior de la pirámide y una que quiero repetir es disfrutar el MAGNIFICO espectáculo nocturno de luz y sonido frente a la esfinge; me quedé con una frase: Alejandro, Napoleón... grandes capitanes han pasado por aquí, pero lo único que hicieron fue levantar un poco de arena... el hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides.
Espero haberte respondido al privado y al post.
Algunas imágenes:
Una vista poco habitual de la pirámide de Keops:
Las tres famosas:
La más hermosa:
Las Montblanc a las que se refiere Rommel son imitaciones que se consiguen en Marruecos (y en medio mundo, en realidad), un país por descubrir donde ambos solemos con ir con cierta frecuencia por proximidad y afición personal. El otro día me regaló una de esas imitaciones y de ahí su broma.
Las botas y zapatos Timberland son la mejor inversión que he hecho jamás. Las primeras las compré en el año 2000 y me sirvieron perfectamente en un largo viaje de un año por el sudeste de Asia, Australia, algunas islas de Indonesia y Timor. Con aquellas pateé miles de kilómetros, se mojaron y se secaron sobre mis pies montones de veces y, combinadas con unos calcetines especiales cuya marca no recuerdo, me mantuvieron a salvo de heridas, picaduras y los efectos de la humedad cuando otros las pasaban putas por culpa de problemas en los pies. Aún están en mi armario, con la suela casi completamente desgastada. Ahora no sé cuánto cuestan, yo pagué casi 300 euros por ellas en su día. El otro día compré unos zapatos de esa marca y pagué 150 euros muy a gusto porque sé que me durarán años.
¿Este último viaje?. Ha tenido como destino la ciudad de El Cairo. Por las mañanas tenía obligaciones profesionales; pero las tardes y las noches las he dedicado a moverme sin guía ni itinerario prefijado.
Suelo aprovechar los viajes de trabajo en España y el extranjero para hacer este tipo de cosas.
Yo quería ver con mis propios ojos cómo vive la gente en una gran ciudad en un país islámico. Me he acercado bastante a cuanto cairota he podido, he visitado todos los lugares que he podido: iglesias católicas perdidas en los barrios menos boyantes, mercados no frecuentados por turistas, he tomado metros donde me ha resultado curioso ver que el primer vagón es sólo para mujeres aunque puedes ver alguna en los restantes; he podido visitar varias mezquitas y he hablado con mucha gente allí. Este aspecto me interesaba especialmente porque se habla tanto en España sobre el Islam que quería saber cómo lo viven allí. He visitado tiendas de antigüedades, un viejo café frecuentado en su día por Naguib Mahfuz en el apasionante Bazar de Khan El Khalili (allí sí había turistas); el mercado local de Attaba, donde no vi un sólo occidental y me sentí la mar de a gusto, la verdad.
Quiero volver con mi esposa y entonces me dedicaré a las pirámides y el Egyptian Museum, espectáculos ambos impresionantes por cierto, por lo poco que he podido ver hasta el momento.
Una cosa que no pienso volver a hacer es subir al sarcófago de Keops en el interior de la pirámide y una que quiero repetir es disfrutar el MAGNIFICO espectáculo nocturno de luz y sonido frente a la esfinge; me quedé con una frase: Alejandro, Napoleón... grandes capitanes han pasado por aquí, pero lo único que hicieron fue levantar un poco de arena... el hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las pirámides.
Espero haberte respondido al privado y al post.
Algunas imágenes:
Una vista poco habitual de la pirámide de Keops:
Las tres famosas:
La más hermosa:
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