La primera sorpresa es la noticia en sí, ya que no tenía ni idea de que a Harry Callahan le gustara la IIGM

La primera de las películas se intitula Flags of our Fathers y su rodaje ya ha concluido (por eso decía antes que el proyecto está muy avanzado). Como se puede adivinar por el título, se trata del metraje que narra el punto de vista americano. Otra sorpresa: el productor es Steven Spielberg, dado que el Rey Midas de Hollywood poseía los derechos de autor de un best seller sobre la toma de Iwo Jima escrito por el hijo de uno de los seis soldados que alzaron la bandera. A Eastwood le gustó esa novela hace tiempo y quiso hacerse con los derechos de la misma para rodarla (de igual forma que ha hecho con la mayorías de sus pelis), pero desistió del asunto al conocer quién era el poseedor del copyright. Hasta que, al parecer, en la gala de los Oscar de Mystic River convenció entre bambalinas a Spielberg para coproducir el asunto, siempre que Eastwood fuera el director.
Una vez comenzado el proyecto, Eastwood se dio cuenta de que necesitaba más metraje para contarlo todo, o mejor dicho, que hacían falta dos películas, habida cuenta de la cantidad de información recabada de la parte japonesa y que hasta ahora no se había contado en la pantalla grande. Esa segunda película es Lamps before the wind. Me imagino que el título alude al "viento divino" de los japoneses, que si no me equivoco se dice "kamikaze" en japonés, pero esto son meras especulaciones mías. Que alguien me corrija si me equivoco. Para esta película se ha solicitado la colaboración de la ciudad de Tokio, prefectura de la que depende la isla de Iwo Jima.
El presupuesto para cada película es de unos 66 millones de euros, así que podemos esperar algo espectacular, y más viniendo de quien(es) viene. Está previsto que el estreno de las películas sea en otoño de 2006, lo que me hace pensar que Eastwood quiere que se estrenen al mismo tiempo, pero esto también es una suposición mía.
Y ahora me permito una pequeña digresión. La famosa foto no refleja, como se dijo en su día, a los primeros marines que coronaron el monte Suribachi. Hubo otros (no recuerdo cuantos) que llegaron antes, pero no tuvieron la fortuna de ir acompañados por el fotógrafo que acompañaba al Ejército. En cuanto a la fotografía en sí, no fue un montaje, pues solo se tomó esa instantánea del momento, y el "retratista" ni siquiera sabía si había salido bien o no. Por último, parece que hay una especie de leyenda negra en torno a los seis marines que aparecen en la foto, pues todos ellos, aunque se hicieron famosos, tuvieron una vida desgraciada; tan solo uno de ellos (creo que el padre del autor del best seller, Bradley) llegó a viejo, pero se negó durante toda su vida a comentar su participación en la guerra, excepto para decir que ojalá aquella foto no se hubiera tomado jamás.
Un saludo.