Se trata del Age of Rifles y ahora está en abandoneware, así que no tendréis problemas para pegar unos tirillos (daba problemas para rularlo con emulaciones del w85 en XP... pero podéis probarlo)Mayor Von Happen escribió:Esa batalla es la de RORKE¨S DRIFT. Existió un juego en pc hace la tira de años de la marca IMPRESSIONS....
Muy recomendable para echar unas perdigonadas con las campañas zulús, me parece que también las de Gordon en Jartum y algunas de las mejicanas contra los tejanos. Antigüete él, pero resultón.
Si tengo un rato, y por no desvirtuar el Hilo, que versaba sobre el tío Lawrence, os clavo la simulación de la batalla de Ishanwandala que en su día hicimos un colega y el que suscribe, con algo de información anexa, en otro Hilo.
Rorke´s Drift era una pequeña concesión (se llaman outpost, o fronterizos y tal... vamos, como una parada de postas, pero a lo british) de la peña de Natal. Allí pasaron las noche y fue donde Lord Chemfsford alojó los carruajes de avituallamiento de los victorianos hijos de la Albión que la palmaron con las botas puestas a los pies de la susodicha montaña de Ishanwandala. Una batalla memorable... al menos para los zulús, que andaban hasta las pelotas de que la tarde antes les hubieran arrasado un poblado de la familia, así como otras tantas lindezas propias de la época (eso sí, con la parada para la hora del té), y se tomaron la revancha en esta crujía
El que los puso tibios fue un tal Tsingwayo (perdón por la grafia que hablo de memoria) al que le habían pasado a bayoneta a un primo (literal, no hay cachondeo), Sihayo, me parece que se llamaba este otro, y a toda la prole de su progenie. Cetewayo, el rey zulú que estaba hasta las orejas de las incursiones sobre Natal y alrededores, le había ordenado marchar contra la columna inglesa pero, al recibir la noticia del ataque al poblado de Sihayo, Tsingwayo decidió lanzarse al ataque sin más dilación. Los british dejaron a sus espaldas el monte de Ishanwandala, creyendo que aquello les protegería, y pensaron que su poder de fuego y sus ordenados disparos en línea le pararían los pies a la marea. Pero los declives del terreno y las secas torrenteras permitían a los veloces zulús y sus afilados shakas acercarse en profundidad a las líneas de los camisas rojas. La marea negra y emplumada hizo el resto...
Ocho batallas después a partir de los cuatro gatos que sobrevivieron a Rorke´s Drift, al tío Cetewayo, el último emperador zulú, lo pusieron tibio... aquella victoria les salió cara, para mayor gloria de la otra Victoria