Aqui un sitio reservado para los mensajes que no tienen porque ser de estrategia. Siempre respetando las normas generales de conducta y la buena educación, ante todo.
Kal escribió:
... piensa si haces lo que te gusta o podrías modificar cosas en tu vida. Siempre hay otros destinos, otras cosas que hacer para aliviar la tensión...
Kal, cuando ingresé en el Cuerpo lo hice por vocación. Para "luchar contra la delincuencia". Para jugármela en el incendio de una vivienda habitada. Para hallar a una niña perdida. Para tirar una puerta abajo y detener a una banda de "hijosdeputa".
Te enseñan a disparar, a confeccionar diligencias, a reducir, a engrilletar, a tirar puertas, a realizar seguimientos, conducción evasiva o proteger personalidades... Genial.
Pero nada ni nadie te prepara para tomar declaración en presencia de su padre, a una chica violada hace unas horas por dos canallas. Ni a levantar el cadáver de un niño de dos años. Ni a decirle a una madre que su pequeño no volverá a casa ya. Ni a presenciar la autopsia de una niña de catorce años que tenía toda su vida por delante. Ni a tratar con los hijos de una mujer gravemente lesionada por su marido/padre ante ellos. Ni a consolar a una familia cuya hija se ha arrojado desde la terraza de un octavo piso por un estúpido enamoramiento adolescente. Ni a sacar de una bañera, desangrada, a una chica de veintitantos años con las venas de ambos antebrazos cortados. Ni a recoger en la puerta de un hospital a una menor de dieciséis años con los diez dedos de los pies amputados. Ni a tantas cosas...
Tampoco a arrebatar tres niños a su madre.
Se que es como dices. Se que mañana o pasado me habré recuperado y todo volverá a la normalidad. Como siempre.
Pero he descubierto que va quedando un poso amargo que me acompaña ya siempre, a donde quiera que voy. Ese poso no desaparece. Y cada vez pesa más.
No puedo contar estas cosas a mi "santa". Trataría de consolarme, pero cargando con parte del peso. Con parte del amargor. No quiero.
Gracias por el apoyo Kal. A veces uno lo necesita pero no lo pide. O sí, pero de otra forma...
Chicos, mi reconocimiento breve y anónimo. ánimo y gracias a ambos.
"Se puede conocer más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación" (Platón)
"A veces me siento solo.......a veces me siento Skywalker"
Wilhelm Heidkamp escribió:
Pero he descubierto que va quedando un poso amargo que me acompaña ya siempre, a donde quiera que voy. Ese poso no desaparece. Y cada vez pesa más.
No puedo contar estas cosas a mi "santa". Trataría de consolarme, pero cargando con parte del peso. Con parte del amargor. No quiero.
Gracias por el apoyo Kal. A veces uno lo necesita pero no lo pide. O sí, pero de otra forma...
Un abrazo.
Ese poso amargo que citas me ha recordado a un amigo mío. Es de un país de África, se crió en el desierto y allí vuelve cada vez que puede para alejarse del mundo, cazar gacelas y dormir al raso. Cuando su vida y la mía nos lo permiten nos sentamos en una alfombra descalzos, nos contamos cómo nos van las cosas y él prepara unos vasitos de té y unos pinchos de cordero. Siempre emplea el mismo ritual para el té: el primer vaso debe ser amargo como la vida, el segundo, dulce como el amor y el tercero, suave como la muerte. Al final lo importante no es el sabor que te queda en la boca, lo importante es no perder de vista esas tres verdades: la vida es amargura que el amor dulcifica mientras avanzamos suave e implacablemente hacia la muerte.
Sé que es muy fácil hablar y dar ánimos y consejos, especialmente desde el anonimato y la carencia de compromiso personal con la otra persona, pero uno las ha pasado tan putas como cualquier hijo de vecino, uno llegó a pensar un día que jamás podría volver a reír y, sin embargo, consiguió salir del pozo más oscuro que jamás pudo haber imaginado y aquí anda, ando, pegando patadas a los botes, aprendiendo, corriendo y dejando siempre de fumar. La vida es muy puta y nadie tiene dinero para pagar su tarifa. Sólo podemos aspirar a pasar buenos ratos.
Tu trabajo te hace ver el lado oscuro. Cierto. También te permite gozar experiencias que otros no pueden tener, que lo malo sea compensado por lo bueno y si no compensa: tira de recursos en tu tiempo libre, familia, amigos, etc. Hay muchas formas de limpiar la mente de los residuos laborales. Lo que no puedes hacer es llenarte el estómago de basura y no compartirla con nadie ni darle salida porque un día reventarás y lo sabes.
Me voy a echar una siesta - antes de que alguien me llame Elena Francis -, que esta madrugada la carrera me ha dejado fundido.
Animo, joder.!!!!!!
One lovely morning about the end of april 1913, found me very pleased with life in general...
Esta mañana estaba bien oscuro cuando le he dado al botón ST/SP de mi flamante pulsómetro ultrachachipiruli que te pees y he empezado a trotar como un jamelgo manchego en pos de la gloria olímpica. Andaba yo mirando la sombra oscura de las olas y tal, sintiendo el rollo espiritual ese del contacto con la naturaleza, esquivando charcos y agujeros tuercetobillos cuando me he acordado de que ahora puedo ver las pulsaciones por minuto en mi micropantalla de alta resolución con retroiluminación kriptonítica ultracool y me he dicho a mí mismo mísmamente: "voy a mirar mi pulsaciones por minuto en mi micropantalla de alta resolución con retroiluminación kript... bla bla bla"... así que con gesto profesional, sin darme apenas importancia, levanto la manita pepeluí, le doy al botoncillo ergonómico-luminoso y leo: 222 ppm.
ALTO!!!!!
Me parado en seco, se me ha aflojado el esfinter posterotrasero y he mirado a mi alrededor buscando, inútilmente, a alguien que pudiera llamar al 112; me han flojeado las piernas y he visto mi primera comunión pasar fugazmente y asomar por el horizonte de mi desmayo una merienda familiar en 1.972, mi mamá me mima, un ejército de Madelmans, un túnel con luz azul y una mano que me llama... VEN VEN VEN.
La leche!!!! Qué susto!!!!
Acabo de leer en las instrucciones que las lecturas pueden ser anormalmente altas los primeros minutos hasta que el sudor favorezca la conducción de la señal y tal.
Qué bonito es estar vivo.
De milagro.
One lovely morning about the end of april 1913, found me very pleased with life in general...
Los libros son otra razón para vivir disfrutando, para dar un paso más allá de la simple existencia, porque no es estar vivo lo mismo que VIVIR, no es lo mismo dejar que el río te lleve que navegar sus aguas.
Los escritores y sus libros me han trastornado la mente, lo confieso, me influyen, me penetran el cerebro y me secuestran de la realidad, como Terenci Moix cuando me hizo ver a Cleopatra desnuda en su nave camino de Tebas la primera vez que vi el Nilo.
Dice Antonio Muñoz Molina: "...Hay lugares de la ciudad que uno descubre por sí mismo en sus caminatas solitarias y otros que le son revelados como un regalo generoso de la amistad o el amor. Se puede regalar lo que uno más ama, cierta perspectiva al fondo de una calle, un parque pequeño junto a un puente, un café, un club de música, hasta un instante de luz. Ese regalo intangible enriquece a quien lo ha hecho y se vuelve un tesoro enaltecido por el agradecimiento de quien lo recibe, en un recuerdo y también en la posibilidad de otro regalo. En el lugar estará siempre quien nos lo descubrió y el momento de nuestra vida en el que gracias a su mediación lo conocimos... "
A mi eso me ha pasado con gente querida visitando lugares pero también me ha sucedido cuando una situación, un lugar, una circunstancia ha desatado el mecanismo interno que hace saltar el recuerdo de lo leído. Volviendo a Terenci, no puedo evitar que los atardeceres especialmente hermosos me recuerden sus palabras: "Cuando el sol se pone sobre Roma dibuja en el cielo un beso de mujer. Es rojo en los crepúsculos del estío pero al llegar el otoño se hace mustio y crujiente como el final de un amor".
Tengo pocos ídolos en mi vida, se me han ido cayendo de los pedestales uno a uno por orden estricto de proximidad espacial y temporal, pero los que conservo son escritores. Cierto que son escritores que no conozco y, especialmente escritores muertos, que son aquellos que no pueden joder la imagen que ya tengo de ellos.
A los que lean estas cosas que me da por escribir en este foro de historia y wargames sin que yo mismo me explique muy bien la razón os voy a contar una historia tan real como las multas de la DGT, tan reales las cabronas.
En junio de 1.990 leí " El Peso de la Paja " de Terenci Moix. Me gustó siempre, desde la primera página que leí allá por los últimos ochenta, desde entonces, como he dejado patente arriba su presencia, la de sus palabras me ha acompañado en diversos momentos. Hace unas semanas, paseando por el centro de Barcelona, bajaba hacia el mar desde el Mercado de Sant Antoni saltando de librería en librería cuando me apeteció tomar algo y anotar unas ideas. Entré en el primer local que encontré con un aspecto medianamente atractivo, resultó ser la llamada "Granja de Gavà", inmediatamente me sentí a gusto. Había una chica escribiendo en una mesa, al fondo. La camarera era agradable y discreta, el ambiente muy tranquilo. Me tomé la manzanilla mirando paredes y techos, tomando mis notas y repasando los libros que había comprado hasta que reparé en una fotografía colgada junto a la puerta de entrada. Me salió del alma: "Coño!!!, eres tú con Terenci Moix". Montse se rió por la salida inesperada y sincera y me dijo que sí, me explicó que Moix había nacido allí mismo. Se me abrió el cielo.
- CLARO JODER!!!!!. Ahora me acuerdo, en "El peso de la paja" contaba que su madre se había puesto de parto en un cine y vino a parir a la granja...
- Eso es. Me dijo la camarera un poco alucinada por el pirado que tenía como cliente.
La próxima vez que venga traigo el libro. Pensé.
Dos semanas después tenía treinta minutos entre AVE y AVE en Atocha. Me dirijo a la sala de espera con mi maletita y "El peso de la paja" en la mano. Abro la puerta y me encuentro a Nuria Espert. No puede ser.
Me quito la chaqueta, me siento, abro el libro por la página 75: " La noche tendía un manto impenetrable sobre la esfinge, milenaria rival de Nuria. Y, de repente, ésta se estremeció y, recurriendo a sus acentos más graves, me confesó que su primer recuerdo también arrancaba de ..."
No puede ser. Entré por casualidad en la casa en la que nació Moix y ahora que vuelvo con la intención de visitarla y releer allí sus palabras me encuentro a su amiga íntima, aquella con quien compartió aquel viaje en 1.984 y el último cuando sus cenizas fueron esparcidas en el mar de Alejandría.
- Tengo que decírselo a Nuria. Yo no hago estas cosas. No molesto a la gente así, pero esto es ya demasiado.
Así se lo expliqué, punto por punto, la casualidad. Y vi emoción y una mano cariñosa y recuerdos brotar con esa voz grave y esos ojos profundos de Nuria Espert...
Y ahora tengo una preciosa dedicatoria, un libro más querido aún gracias a la mágica casualidad. " A Fernando. Ya amigo gracias a la mágica casualidad. "
Los libros. Qué sería de la vida sin los libros.
One lovely morning about the end of april 1913, found me very pleased with life in general...
Kal, sólo decirte q "El pes de la palla"(el peso de la paja) es el nombre desconocido de una plaza q hay allí mismo, al lado del Mercat y de la granja, y q problablemente es el auténtico sentido del título del libro
"Se puede conocer más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación" (Platón)
"A veces me siento solo.......a veces me siento Skywalker"
"... Y cruzaron las calles de las putas y las dejaron atrás y, ya por caminos más honestos, dignos de nuestra posición social, alcanzaron la granja donde vivían, en la calle llamada de Ponent, satélite de la Plaza del Peso de la Paja".
Y más adelante continúa...
" Aquí está inesperadamente la Vida. Me encuentro instalado en el contrasentido. Estoy en una dimensión que no he solicitado y de la que me arrancarán cuando empiece a hacerla mía. La vida me ha elegido, no yo a ella. La ciudad, la calle, la época, los idiomas, han decidido por mí. Yo sólo soy un accidente. Nazco en una lechería llamada "Granja de Gavá", en una calle llamada Ponent, en una ciudad que no sé si llamar Barcelona o bien Alejandría".
Un genio. Uno de los grandes.
One lovely morning about the end of april 1913, found me very pleased with life in general...
Kal escribió:Los libros son otra razón para vivir disfrutando, para dar un paso más allá de la simple existencia, porque no es estar vivo lo mismo que VIVIR, no es lo mismo dejar que el río te lleve que navegar sus aguas.
Los escritores y sus libros me han trastornado la mente, lo confieso, me influyen, me penetran el cerebro y me secuestran de la realidad, como Terenci Moix cuando me hizo ver a Cleopatra desnuda en su nave camino de Tebas la primera vez que vi el Nilo.
Dice Antonio Muñoz Molina: "...Hay lugares de la ciudad que uno descubre por sí mismo en sus caminatas solitarias y otros que le son revelados como un regalo generoso de la amistad o el amor. Se puede regalar lo que uno más ama, cierta perspectiva al fondo de una calle, un parque pequeño junto a un puente, un café, un club de música, hasta un instante de luz. Ese regalo intangible enriquece a quien lo ha hecho y se vuelve un tesoro enaltecido por el agradecimiento de quien lo recibe, en un recuerdo y también en la posibilidad de otro regalo. En el lugar estará siempre quien nos lo descubrió y el momento de nuestra vida en el que gracias a su mediación lo conocimos... "
A mi eso me ha pasado con gente querida visitando lugares pero también me ha sucedido cuando una situación, un lugar, una circunstancia ha desatado el mecanismo interno que hace saltar el recuerdo de lo leído. Volviendo a Terenci, no puedo evitar que los atardeceres especialmente hermosos me recuerden sus palabras: "Cuando el sol se pone sobre Roma dibuja en el cielo un beso de mujer. Es rojo en los crepúsculos del estío pero al llegar el otoño se hace mustio y crujiente como el final de un amor".
Tengo pocos ídolos en mi vida, se me han ido cayendo de los pedestales uno a uno por orden estricto de proximidad espacial y temporal, pero los que conservo son escritores. Cierto que son escritores que no conozco y, especialmente escritores muertos, que son aquellos que no pueden joder la imagen que ya tengo de ellos.
A los que lean estas cosas que me da por escribir en este foro de historia y wargames sin que yo mismo me explique muy bien la razón os voy a contar una historia tan real como las multas de la DGT, tan reales las cabronas.
En junio de 1.990 leí " El Peso de la Paja " de Terenci Moix. Me gustó siempre, desde la primera página que leí allá por los últimos ochenta, desde entonces, como he dejado patente arriba su presencia, la de sus palabras me ha acompañado en diversos momentos. Hace unas semanas, paseando por el centro de Barcelona, bajaba hacia el mar desde el Mercado de Sant Antoni saltando de librería en librería cuando me apeteció tomar algo y anotar unas ideas. Entré en el primer local que encontré con un aspecto medianamente atractivo, resultó ser la llamada "Granja de Gavà", inmediatamente me sentí a gusto. Había una chica escribiendo en una mesa, al fondo. La camarera era agradable y discreta, el ambiente muy tranquilo. Me tomé la manzanilla mirando paredes y techos, tomando mis notas y repasando los libros que había comprado hasta que reparé en una fotografía colgada junto a la puerta de entrada. Me salió del alma: "Coño!!!, eres tú con Terenci Moix". Montse se rió por la salida inesperada y sincera y me dijo que sí, me explicó que Moix había nacido allí mismo. Se me abrió el cielo.
- CLARO JODER!!!!!. Ahora me acuerdo, en "El peso de la paja" contaba que su madre se había puesto de parto en un cine y vino a parir a la granja...
- Eso es. Me dijo la camarera un poco alucinada por el pirado que tenía como cliente.
La próxima vez que venga traigo el libro. Pensé.
Dos semanas después tenía treinta minutos entre AVE y AVE en Atocha. Me dirijo a la sala de espera con mi maletita y "El peso de la paja" en la mano. Abro la puerta y me encuentro a Nuria Espert. No puede ser.
Me quito la chaqueta, me siento, abro el libro por la página 75: " La noche tendía un manto impenetrable sobre la esfinge, milenaria rival de Nuria. Y, de repente, ésta se estremeció y, recurriendo a sus acentos más graves, me confesó que su primer recuerdo también arrancaba de ..."
No puede ser. Entré por casualidad en la casa en la que nació Moix y ahora que vuelvo con la intención de visitarla y releer allí sus palabras me encuentro a su amiga íntima, aquella con quien compartió aquel viaje en 1.984 y el último cuando sus cenizas fueron esparcidas en el mar de Alejandría.
- Tengo que decírselo a Nuria. Yo no hago estas cosas. No molesto a la gente así, pero esto es ya demasiado.
Así se lo expliqué, punto por punto, la casualidad. Y vi emoción y una mano cariñosa y recuerdos brotar con esa voz grave y esos ojos profundos de Nuria Espert...
Y ahora tengo una preciosa dedicatoria, un libro más querido aún gracias a la mágica casualidad. " A Fernando. Ya amigo gracias a la mágica casualidad. "