Total War Rome II
Publicado: 05 Abr 2024, 20:35
Nacida en las brumas de una leyenda inverosímil, la ciudad de Roma pasará con los siglos de ser un minúsculo conjunto de aldeas con chozas de barro y paja, a convertirse en la ciudad más poblada, “glamurosa” e influyente del mundo mediterráneo y occidental, siendo además cabeza de un Estado cuyos dirigentes, desde sus primeros reyes hasta sus más gloriosos emperadores, pasando por sus ambiciosos cónsules, se marcaron siempre el objetivo de ir ampliando los territorios bajo la autoridad del Senado y del Pueblo romanos. Esa expansión no fue, en modo alguno, un pacífico camino de rosas, sino un sendero tortuoso que, por difíciles lugares y a veces bordeando el precipicio, había de conducir a Roma a lo que acabó siendo.
Los primeros siglos de la Historia de Roma son también años de lucha por la supervivencia, con la ciudad rodeada de tenaces enemigos que no siempre lo eran porque Roma los atacaba, sino que muchas veces eran ellos los que comenzaban las guerras. Para los pueblos centroitálicos de entre los siglos VIII y IV a.C., el combate era una forma de vida y la guerra para saquear al vecino un modo perfectamente válido de acrecentar el patrimonio económico.
Me lo estoy pasando teta jugando la campaña incorporada en el DLC El Auge de la República del juego Total War Rome II con el mod Divide et Impera, campaña en la que la joven República romana se enfrenta, tras haber expulsado el último de los reyes, a multitud de enemigos tanto dentro como fuera de sus muros. Sabinos, etruscos, ecuos y volscos suponen una constante amenaza para el florecimiento de la que está llamada a ser por los dioses la ciudad eterna.
La campaña, jugada con Roma, se centra en en apoderarse de lo que constituye su entorno “inmediato”: la Península Itálica, en un principio la parte central de la misma, lo que me ha ayudado a conocer cuáles fueron los fundamentos y la secuencia de acontecimientos diplomáticos y militares de la primera etapa de una andadura imperialista que llegaría a dominar el Mediterráneo y sus orillas.
Se establecen unos objetivos específicos para obtener la victoria militar:
Básicamente son ocho las provincias que Roma debe controlar:
[1] Campania y Samnio, tierras habitadas por los peligrosos samnitas.
[2] Lacio, expansión natural romana y habitada principalmente por los odiosos volscos
[3] Piceno, situada en la costa este de la península itálica frente al mar Adriático
[4] Senonia, tierra de los bárbaros galos del norte. Mal rayo te parta, rey Breno
[5] Tarquinia, un objetivo complicado en el norte que en un principio habrá que atraer a nuestra esfera de influencia
[6] Vei, cuya proximidad ha engendrado una rivalidad que se prolonga ya más de un siglo. Sólo puede quedar uno.
Al menos, la zona central montañosa de los Apeninos que abarca la región de Sabinia [7] (por lo montes Sabinos) no es necesario controlarla. En ella habitan sabinos y también ecuos algo más al sur, unos viejos conocidos con los que Roma ha mantenido numerosos conflictos antaño. Uno de los principales objetivos diplomáticos en la campaña debería ser ganarse la confianza de ambas facciones por medio de acuerdos comerciales, subterfugios varios e incluso, por qué no, estableciendo alianzas militares. De esta forma el flanco oriental estaría asegurado y tranquilo para poder centrar el avance inicial hacia el sur a través de las regiones de Lacio, Campania y Samnio.
Como ya he comentado, estoy utilizando el juego de Creative Assembly Total War Rome 2 más el mod Divide et Impera (y alrededor de 20 submods de diverso pelaje). Con este mega mod, la jugabilidad supera con creces ese aspecto “plano” que tiene el juego base añadiéndole nuevos conceptos como el reclutamiento de tropas según su clase social (patricii, plebes y proletarii), líneas de suministros para las legiones, nuevos edictos provinciales, diplomacia mejorada, etc. Además de las consabidas mejoras gráficas, claro. La verdad es que así el juego queda en un estado ideal para ser disfrutado. El Rome 2 para mí es el mejor Total War de la saga, a pesar de que ya tiene unos años (2013).
La campaña se desarrolla en un momento histórico apasionante de la historia de Roma. Es en esos primeros compases, en los que se forjan los grandes mitos romanos, los valores de referencia que después, durante los últimos momentos de la República y los primeros siglos del Imperio, permitirán a Roma dominar el mundo, ser la luz que guía a sus amigos y a la vez, el fuego que consume a aquellos que osan oponerse a su dominio.
Quo Usque Pro Roma Ibis
Los primeros siglos de la Historia de Roma son también años de lucha por la supervivencia, con la ciudad rodeada de tenaces enemigos que no siempre lo eran porque Roma los atacaba, sino que muchas veces eran ellos los que comenzaban las guerras. Para los pueblos centroitálicos de entre los siglos VIII y IV a.C., el combate era una forma de vida y la guerra para saquear al vecino un modo perfectamente válido de acrecentar el patrimonio económico.
Me lo estoy pasando teta jugando la campaña incorporada en el DLC El Auge de la República del juego Total War Rome II con el mod Divide et Impera, campaña en la que la joven República romana se enfrenta, tras haber expulsado el último de los reyes, a multitud de enemigos tanto dentro como fuera de sus muros. Sabinos, etruscos, ecuos y volscos suponen una constante amenaza para el florecimiento de la que está llamada a ser por los dioses la ciudad eterna.
La campaña, jugada con Roma, se centra en en apoderarse de lo que constituye su entorno “inmediato”: la Península Itálica, en un principio la parte central de la misma, lo que me ha ayudado a conocer cuáles fueron los fundamentos y la secuencia de acontecimientos diplomáticos y militares de la primera etapa de una andadura imperialista que llegaría a dominar el Mediterráneo y sus orillas.
Se establecen unos objetivos específicos para obtener la victoria militar:
Básicamente son ocho las provincias que Roma debe controlar:
[1] Campania y Samnio, tierras habitadas por los peligrosos samnitas.
[2] Lacio, expansión natural romana y habitada principalmente por los odiosos volscos
[3] Piceno, situada en la costa este de la península itálica frente al mar Adriático
[4] Senonia, tierra de los bárbaros galos del norte. Mal rayo te parta, rey Breno
[5] Tarquinia, un objetivo complicado en el norte que en un principio habrá que atraer a nuestra esfera de influencia
[6] Vei, cuya proximidad ha engendrado una rivalidad que se prolonga ya más de un siglo. Sólo puede quedar uno.
Al menos, la zona central montañosa de los Apeninos que abarca la región de Sabinia [7] (por lo montes Sabinos) no es necesario controlarla. En ella habitan sabinos y también ecuos algo más al sur, unos viejos conocidos con los que Roma ha mantenido numerosos conflictos antaño. Uno de los principales objetivos diplomáticos en la campaña debería ser ganarse la confianza de ambas facciones por medio de acuerdos comerciales, subterfugios varios e incluso, por qué no, estableciendo alianzas militares. De esta forma el flanco oriental estaría asegurado y tranquilo para poder centrar el avance inicial hacia el sur a través de las regiones de Lacio, Campania y Samnio.
Como ya he comentado, estoy utilizando el juego de Creative Assembly Total War Rome 2 más el mod Divide et Impera (y alrededor de 20 submods de diverso pelaje). Con este mega mod, la jugabilidad supera con creces ese aspecto “plano” que tiene el juego base añadiéndole nuevos conceptos como el reclutamiento de tropas según su clase social (patricii, plebes y proletarii), líneas de suministros para las legiones, nuevos edictos provinciales, diplomacia mejorada, etc. Además de las consabidas mejoras gráficas, claro. La verdad es que así el juego queda en un estado ideal para ser disfrutado. El Rome 2 para mí es el mejor Total War de la saga, a pesar de que ya tiene unos años (2013).
La campaña se desarrolla en un momento histórico apasionante de la historia de Roma. Es en esos primeros compases, en los que se forjan los grandes mitos romanos, los valores de referencia que después, durante los últimos momentos de la República y los primeros siglos del Imperio, permitirán a Roma dominar el mundo, ser la luz que guía a sus amigos y a la vez, el fuego que consume a aquellos que osan oponerse a su dominio.
Quo Usque Pro Roma Ibis