En Ilerda, Rafaciudadela está tan tranquilo, dormitando en su tienda, mientras las murallas de la ciudad sitiada hacen sombra a su ejército, cuando un centurión de guardia le avisa:
- Llega el ejército de Matsuhiroshi. Todo él, jefe... en fin, ya entiende, todos los putos cartagineses de ese jodido general han cruzado el Ebro tierra adentro y avanzan hacia nosotros. Toca ganarse la paga, legado.
Romanos y cartagineses lucharán frente a las murallas de Ilerda.
Las tropas del procónsul Pijus Magnificus cruzan el Ebro sin oposición y llegan a Dertosa. Al no encontrar ningún ejército enemigo, el procónsul decide poner sitio a la ciudad. Los dertosanos no ganan para asedios. Ya es el tercero en un año.
Las tropas célticas se enfrentan a los cartagineses de Breogán, que defienden a los rebeldes túrdulos. El destino del sur se decide en esta batalla. ¿Serán los célticos frenados por fin?
Se acabaron las batallas este turno. Hay grandes vencedores y, por desgracia, también grandes derrotados. En algunos casos, en estado crítico.
Pronto actualizo el primer post con las noticias.
"Las tropas célticas han decidido castigar a sus rebeldes asaltando uno de sus principales asentamientos. El mismísimo "Rayo de Turdulia", el general Breogán, ha ido a defender el poblado, poniéndose al frente de sus habitantes. Aún así, será una batalla desigual"
Última edición por Piteas el 08 Oct 2013, 14:25, editado 1 vez en total.
"Otra más entre viejos conocidos. El general MatsuHiroshi contra el procónsul Pijus Magnificus por Dertosa, la ciudad más sitiada de la historia por los romanos.
El legado Rafaciudadela se mantiene a la expectativa en un monte cercano, porque sus hombres todavía no tienen moral suficiente para enfrentarse de nuevo al gran MatsuHiroshi."
Se comenta que la ciudad de Salduba, de un tamaño respetable (nivel 2), ha establecido una alianza con el rey Wuwei de los celtíberos. No se conocen muy bien los términos, pero todo el mundo conoce la enemistad entre los saldubenses e ilergetes. Así que blanco y en Salduba...
Los asediados célticos, presos de la desesperación, abren las puertas de la ciudad y se lanzan al ataque contra los fuerzas cartaginesas de Breogán. Los dioses y la espada decidirán su destino.