La misión de ese pelotón será rescatar a los pescadores secuestrados el día anterior. El submarino los llevará hasta la costa al sur de Sidi Ifni, allí serán desembarcados, llegarán a pie hasta la aldea donde se encuentran los pescadores secuestrados y los liberarán. En Fuerteventura han sido desplegados dos UAV que intentarán dar algo de reconocimiento. Pero para ello necesitamos a alguien con el CMANO que haga la función de centro de control, y nos pase la información. La mecánica es muy sencilla, mientras nosotros jugamos la misión sobre el terreno, el jugador del CMANO investiga la zona con los UAV y nos pasa la información por el TS3, obviamente tendrá que estar jugando al mismo tiempo que nosotros. No es imprescindible pero podría estar muy bien. ¿Alguien se anima? Piensen que será como jugar una misión al CMANO normal y corriente, pero en la que la escuadra de infantería que en el juego se representan con una ficha serán reales y estarán desplegados de verdad sobre el territorio. Para ti, la localidad de Admiya será un simple nombre en el mapa, pero para nosotros será un pueblo real, con casas de verdad. Si detectas en el CMANO un radar en esa localidad, nosotros veremos ese radar en el Arma2, y lo podremos destruir.
Todo está listo, nuestras unidades preparadas, ha llegado la hora de ir a por esa maldita fragata. El plan es sencillo: dos oleadas de ataque, una desde Canarias con 4 F-18 dos de ellos cargados con misiles Harpoon. La segunda oleada desde la Península, con un mayor número de unidades. Si el ataque desde Canarias falla, puede que la segunda oleada se tenga que enfrentar a una mayor resistencia. Por alguna razón hay imágenes sin texto, pero creo que se entiende bien.
La primera oleada de ataque ha fracasado, nos queda la segunda, pero la situación es delicada, en caso de fracasar otra vez, tardaremos en volver a organizar un ataque y para entonces la fragata estará en puerto y habrá descargado todos sus misiles AA. Así que este segundo ataque no puede fallar.
-Señor Presidente, el JEMAD lo acaba de confirmar, la fragata ha sido hundida.- En la sala se oyeron algunos suspiros de alivio, el fracaso del primer ataque había supuesto un duro contratiempo.
-Bien señor ministro, traslade al JEMAD la enhorabuena del Gobierno.-
-Señor Presidente, deberíamos empezar a preparar la comparecencia de esta tarde ante la Cámara, su declaración debería servir además para definir nuestra postura a nivel diplomático.- dijo el Ministros de Exteriores.
Argel
3 de Nov. 14.55
-Señor nos llega un despacho urgente.- dijo el secretario nada más entrar en el despacho.
-¿Qué ocurre?-
-La Mohamed VI, ha sido hundida señor, aviones españoles, señor.- El Ministro alzó la mirada y la clavó en el secretario, se levantó despacio.
-Prepararemos una nota de condena e intentaremos que esta tarde la Liga Árabe la secunde.-
-¿Sabrían el cargamento que llevaba la fragata?- pregunto el secretario.
-¿Por qué atacarla si no?-
-Pero... ¿cómo se enteraron?-
-No lo sé, maldita sea. ¿Qué sabemos del cargamento que entró esta mañana por tierra?-
-Ha sido entregado según lo previsto.-
Al sur de Sidi Ifni
3 de Nov. 14.58
-De esta no salimos Paco.-
-Vete a la mierda Manolo.- Dijo el pescador con rabia fingida. El patrón no había dejado de quejarse desde que aquellos tipos subieron al pesquero y los encañonaron con sus AK. Luego les taparon los ojos y los desembarcaron en la costa. Les obligaron a caminar durante algunos kilómetros hasta aquel cuarto oscuro de paredes de adobe.
-¿Qué crees que les habrá ocurrido a los demás?- Sollozó el patrón.
-Ni idea, estarán en otro lugar-. respondió Paco encogiéndose de hombros. Aunque en el fondo no tenía muchas esperanzas de que siguieran vivos. Tantos años jugándosela en el mar le había enseñado a tomarse las cosa con cierta indiferencia. Si le iban a matar pues no servía de mucho pasarse el día lloriqueando como el patrón. Sólo lo lamentaba por su nieta recién nacida a la que no podría ver. Miró a uno de sus captores que dormitaba en una silla con el AK cruzado en el pecho.-Si al menos me pudiera llevar a uno de estos tipos por delante.- pensó.
-Vendrán a rescatarnos Paco, que te lo digo yo.-
-¿Sí? no me digas.-
-Sí Paco, lo sé. Alguien vendrá.-
-Quizás.- Al fin y al cabo quién iba a imaginar que a varias millas de Fuerteventura unos tipos con turbante los iban a secuestrar mientras faenaban.
Tras un breve receso que los miembros del Gobierno aprovecharon para comer algo, el gabinete de crisis se volvió a reunir. El Presidente quería una visión de conjunto. Sabía que ahora se abría el tiempo de la política, que el hundimiento del Mohamed VI había acelerado los acontecimientos y que los siguientes pasos debían ser cautelosos pero firmes, así que quería volver a analizar el tablero, observar la posición que ocupaba cada pieza y decidir el siguiente movimiento.
-Creo señores- comenzó el Presidente- que lo ocurrido hace unas horas nos ha permitido tomar la iniciativa. Hasta ahora habíamos observado impotentes los movimientos que realizaban los demás, sin saber cómo o dónde intervenir. Paralizados mientras el contrario colocaba sus piezas, viendo venir el golpe pero sin poder atajarlo. Eso se terminó. Ahora marcamos nosotros los tiempos. Nuestro objetivo es claro: el gobierno del General Munjib no puede caer. Pero tener claro esto no significa que el asunto sea sencillo. Soy consciente de que franceses y norteamericanos preferirían a otro candidato, alguien más presentable a quien poder ayudar. Nosotros no nos podemos permitir ese lujo, nuestra opinión pública no tiene en este tema los mismos escrúpulos que nuestros aliados.-
-Señor Presidente- intervino la Ministra de Presidencia-, los primeros datos de las encuestas que se están empezando a publicar muestran un gran apoyo popular a la política del Gobierno. La mayoría de los encuestados no simpatizan con Munjib, pero están dispuestos a tolerarlo como un mal menor.
-Tendremos que analizar su comportamiento cuando se difunda la noticia del hundimiento de la fragata- intervino el Ministro de Interior.
-Estamos en ello- añadió la ministra.
-Pero antes de entrar en esa cuestión, me gustaría tener un informe de situación de nuestras fuerzas militares, señor ministro-
-Señor presidente, nuestras unidades aéreas han aterrizado sin problemas. Mantendremos varios cazas en el aire tanto en el Golfo de Cádiz como en Canarias. La fuerza naval que esperamos enviar a la costa de Rabat se reunirá dentro de algunas horas y podrán rumbo sur. Esperamos poder iniciar operaciones sobre el cielo de la capital marroquí mañana al amanecer. En Canarias, el S74 Tramontana ha dejado atrás el canal entre Fuerteventura y Lanzarote hace una hora, sin embargo, antes de aterrizar, uno de nuestros aviones de patrullaje marítimo detectó un incremento de actividad naval en la zona. Buena parte de los buques que los rebeldes tenían fondeados en el puerto de Agadir se hicieron a la mar hace dos horas. Ignoramos con qué objeto, pero podrían dificultar la misión de nuestro submarino-
-Señor Ministro, refrésquenos los detalles sobre esa misión.-
-Sí señor Presidente. A bordo del Tramontana viaja el 1er pelotón de la 12 Brigada de Infantería. Son tropas especiales, hombres entrenados para realizar incursiones tras las líneas enemigas, muy diestros en operaciones de sabotaje y contraterrorismo. Al caer la noche, nuestro submarino saldrá a la superficie frente a la costa sur de Sidi Ifni permitiendo a nuestros hombres desembarcar. Se abrirán paso hasta una pequeña aldea dónde, según inteligencia, mantienen retenidos a los pescadores capturados ayer. Su misión será liberarlos, siempre que sigan con vida claro. Algunos de nuestros analistas no descartan la posibilidad de que en venganza por el hundimiento de su fragata, los secuestradores decidan ejecutar a alguno de los prisioneros.-
-¿Con qué apoyo contarán?- Preguntó el Ministro del Interior.
-El Tramontana está armado con 4 misiles crucero- respondió su homólogo de defensa.
-Desconocía que nuestros submarinos tuvieran esa capacidad-
-No la tenían, y oficialmente la siguen sin tener. En mayo, y ante los retrasos del nuevo submarino S-80, decidimos realizar obras de mantenimiento en el Tramontana. Esa era la explicación que dimos en la cámara, pero la realidad es que queríamos probar nuestro sistema de guiado láser para misiles Tomahawk. Al Estado Mayor de la Armada le pareció que sería conveniente probarlos primero en el S-74. No queríamos descubrir que no funciona cuando ya esté instalado en el S-80. Ya hemos tenido suficiente con sus problemas de sobrepeso. De hecho, el Tramontana estaba en aguas de Canarias precisamente para realizar una serie de pruebas. Me temo que esas pruebas se van a realizar en una operación con fuego real.-
-¿Apoyo aéreo?- interrogó el Presidente.
-De momento el JEMAD lo ha descartado, ignoramos la situación en la zona, desconocemos la capacidad de detección que tienen los rebeldes. Si cuentan con un radar, aunque sea de corto alcance, podrían detectar nuestra llegada y trasladar a los rehenes antes de localizarlos. Lo único que podemos poner en el aire con cierta garantía de no perder la sorpresa táctica es un UAV que ahora mismo se prepara en Lanzarote. El JEMAD pretende realizar un vuelo de reconocimiento sobre la zona durante la tarde.-
-¿A qué hora está previsto que empiece la operación?-
-Prevemos estar en posición al anochecer, aunque todo dependerá de las dificultades con las que se encuentre nuestro submarino para llegar hasta la zona de desembarco-
Durante unos segundos reino el silencio en la sala hasta que la Ministra de Presidencia pidió la palabra y con una inclinación de cabeza el Presidente se la concedió.
-Señor, dentro de dos horas usted comparecerá en el Congreso. Debemos trabajar en una declaración sobre lo ocurrido con la fragata, todo el mundo espera una explicación.-
-Soy consciente señora ministra, tenemos que establecer nuestra línea oficial en este tema-.
-Si me permite señor Presidente, creo que debería explicar las gestiones realizadas con el Gobierno de Munjib.- intervino el Ministro de Exteriores.
-Adelante.- concedió el Presidente.
-He mantenido una larga charla con mi homólogo marroquí, aceptan que presentemos nuestra intervención como la respuesta a una petición de ayuda de su Gobierno, pero sólo a nivel interno. Señalan que no realizarán ninguna petición oficial, ni en la ONU ni ante la Liga Árabe, ni siquiera a través del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.-
-Eso me temía.- soltó el Presidente -¿Y cómo pretenden que justifiquemos el hundimiento de la fragata? Si no hay una declaración oficial de su Gobierno diciendo que solicitaron nuestra intervención, por mucho que nosotros digamos que la teníamos, de nada servirá. Argelia podrá presentar en la Liga Árabe nuestro acto como una agresión, y legalmente tendría razón.-
-Señor- intervino el Ministro de Defensa- Cuando tomamos la decisión de hundir a la Mohamed VI sabíamos que esto podría ocurrir. Adopte una posición de fuerza, defienda frente al Congreso que este país tomará todas las medidas necesarias para defenderse.-
-Una posición semejante nos haría perder el apoyo de los países árabes- señaló el Ministro de Exteriores mientras negaba enfáticamente con la cabeza- Además, el General Munjib espera de nosotros una muestra de apoyo clara a su Gobierno, si en nuestra declaración no lo nombramos temerá que pretendemos dejarlo de lado. Mucho me temo que conoce las maniobras de norteamericanos y franceses para buscarle un sustituto.-
-Entonces, ¿por qué no emite un simple comunicado oficial solicitando ayuda? Todo esto se resolvería si su embajador ante la ONU solicita apoyo internacional para frenar a los rebeldes. Eso nos daría el paraguas legal que necesitamos- clamó el Ministro del Interior.
-Mucho me temo que Munjib sufre ataques de megalomanía, al menos eso apuntaba el último perfil psicológico elaborado por analistas del CNI. Probablemente se consideré aun con la fuerza suficiente para vencer. Su interpretación de la realidad puede que ahora mismo esté muy distorsionada. Tal vez cree que si realiza una petición formal de ayuda, el poder que aún conserva se esfume. Si los oficiales que todavía le son fieles ven algo de debilidad en su actuación puede que lo abandonen. Y solicitar ayuda desde luego nunca sería interpretado como una muestra de fortaleza.- medió el Ministro de Defensa
-Entonces debemos presionarlo hasta obtener lo que necesitamos.- propuso el Ministro de Economía que hasta ese momento no había intervenido.
-Eso me temo que no funcionará- dijo el Presidente que seguía la discusión con interés- ¿Qué es lo que más teme Munjib?- se preguntó retóricamente- Obviamente perder el poder y ahora mismo hay dos caminos que llevarían a eso. El primero pasa por que los rebeldes tomen Rabat, el segundo por que dentro de su propio gobierno o de sus fuerzas armadas, surja un nuevo líder. Supongamos que efectivamente Munjib cree que puede ganar. En ese caso su principal temor sería un rival, alguien que lo pudiera derrocar y que tuviera el apoyo de occidente. Espera que en nuestra declaración oficial le nombremos, nos comprometamos a defender su Gobierno con él al frente. Si no lo hacemos, y como muy bien señalaba antes el ministro de Exteriores, Munjib interpretaría que tenemos a otro candidato.-
-Pero señor Presidente, no sabemos realmente si el General conoce las maniobras de norteamericanos y franceses- dijo el Ministro de Exteriores- Antes sólo manifestaba una sospecha pero me temo que no tengo datos para poder afirmarlo con total seguridad.-
El Presidente miró al Ministro de Defensa que antes de que su compañero de Exteriores terminara de hablar, había extraído una serie de documentos de un portafolios con tapas de cuero.
-En realidad sí que podemos afirmarlo- comenzó a decir- El CNI me ha hecho llegar un pequeño informe hace apenas media hora. En él se confirma algo que nuestra inteligencia ya sospechaba desde hace algunos meses. Dentro del Gobierno del General Munjib hay un topo, su Ministro de Interior pasa información a los argelinos. No hemos podido averiguar mucho sobre el contenido de sus comunicaciones, pues sólo hemos interceptado tres mensajes. El primero tenía por objeto concertar una cita entre el Ministro y su enlace argelino, el segundo era la confirmación de la hora y lugar para esa reunión y el tercero instrucciones. Los argelinos solicitaron al ministro marroquí que pusiera en conocimiento del General las maniobras de nuestros aliados para apartarlo. El objetivo de esta maniobra de los argelinos sería doble. Por un lado sembrar la desconfianza entre Munjib y sus colaboradores haciéndole creer que cualquiera de ellos podría estar conspirando para derrocarlo. Por otro, incrementar su confianza en el Ministro del Interior que curiosamente, es realmente el traidor.-
-Debemos informar sobre esto al General.- señaló el Ministro de Economía.
-No- dijo con rotundidad el Presidente- Esto es lo que haremos. En primer lugar justificaremos el hundimiento de la fragata rebelde señalando que tenían intenciones de atacar el tráfico civil del estrecho. Teniendo en cuenta que en el ataque de ayer en aguas de Canarias participaron patrulleros rebeldes, la idea parecerá plausible. En segundo lugar evitaremos cualquier tipo de apoyo implícito al Gobierno del General, no lo nombraremos en ningún momento. Eso lo pondrá nervioso, le hará creer que tenemos un candidato para sustituirle. Y por último, le haremos creer que ese candidato es su Ministro del Interior.-
La furgoneta de la empresa de limpieza pasó por el puesto de control a las 15.46. El segurita estaba al final de su jornada y tenía ganas de marcharse a casa. Por eso se limitó a saludar al conductor, al que ya conocía, y a levantar la barrera de seguridad. Una vez a la semana desde hacía 1 año una empresa de limpieza subcontratada recogía la basura y limpiaba el edificio de control y las oficinas de la Terminal de Recepción del gaseoducto submarino MEDGAZ. A diferencia de otras veces, la furgoneta pasó de largo el parking y continuó por la vía de servicio. Dejó a un lado el edificio de acometida eléctrica y la zona de calderas, luego cruzo junto a la chimenea de venteo y giró hacia la zona de recepción. Paró entre los dispositivos de calentamiento justo antes de los complejos de regulación y medida dónde el gas se filtraba antes de ser inyectado en la red nacional a una presión de 80 barg. La explosión hizo añicos todos los cristales en un radio de tres kilómetros.
S 74 Tramontana
03 de Nov. 16.00
-Control, aquí sonar, nuestro acompañante ha cambiado a rumbo cero uno cero.-
El capitán observó la carta mientras el oficial de navegación marcaba con un lápiz azul el nuevo rumbo del patrullero que les había abierto camino. Ahora seguirían solos. Le preocupaban las marcas de color rojo que habían pintado sobre la carta hacía ya una hora. En ese momento se encontraban a 80 millas náuticas hacia el este, justo en su ruta. El aviso se lo había pasado un F.27 que sobrevolaba Fuerteventura en ese momento. Su radar CA/APS-504 tenía un alcance de 200 millas, eso le permitía tener una imagen clara del despliegue naval rebelde.
-¿Cómo están nuestros invitados- preguntó el capitán al cocinero que le traía en ese momento una taza de café muy cargado.
-Parecen cómodos mi capitán- Habían tenido que habilitar un espacio en la popa, justo antes de la sala de máquinas, para alojar a un pelotón de infantería. Eso había obligado a dejar parte de la tripulación en tierra. No le hizo ninguna gracia cuando se lo comunicaron, pero como el viaje iba a ser relativamente corto, podía prescindir de todo un turno a costa de agotar algo más a sus hombres.
-Continuaremos unas millas más a profundidad de periscopio, quiero seguir en contacto con nuestro pájaro. Oficial ¿alguna novedad?-
-Señor nos llega un nuevo reporte, al parecer los contactos han reducido a 5 nudos y roto la formación, ahora se mueven en direcciones divergentes- Esa no era una buena noticia, los buques rebeldes habían llegado a una zona de patrullaje preestablecida y al reducir a 5 nudos estaba claro cuál era su objetivo: buscar submarinos. Así que saben que vamos -pensó el capitán.- Se preguntó cómo lo habrían descubierto, ¿un espía? Alguien los habría visto partir del puerto de la Luz y habría realizado una llamada telefónica. En el fondo no era tan complicado.
Esto se pone cada vez más interesante
