17 de Mayo
Muchos rumores había escuchado esa mañana Beren, hablaban de el masivo ataque de las fuerzas aéreas aliadas contra Japón, del
CV Ziukaku, del hundimiento de varios buques de transporte... aunque realmente no creía nada de lo que solía llegar a sus oídos, estaba claro que el día había sido muy activo y productivo para la campaña en el pacífico sur.
Lo que normalmente solía ser un informe tedioso sobre la actividad submarina en el sector, el de esa mañana estaba siendo muy entretenido. El S-38 y el S-39 llegarían en breve a Cairns, seguramente entre mañana y pasado tendría ambos submarinos recargando en la base.
El S-37 había localizado y atacado a un transporte de tropas japonés, impactando un torpedo en el centro del buque. Tácticamente no era el mejor sitio, pues suele ser el más blindado del navío, pero tal y como estaban las cosas cualquier acierto era una victoria decisiva. Beren tomó nota de aquello en su cuaderno de campo y continúo con el informe.
El último punto del informe mostraba una información preocupante, los catalina habían divisado a un submarino a unas cuatrocientas millas, ahora ese mismo submarino se encontraba apenas a doscientas millas al oeste de la barrera de Coral, sin duda los japoneses habían comenzado la guerra submarina en el sector... sin mediar palabra se dirigió al despacho del contralmirante Sorel.
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Era un precioso amanecer en Port Moresby, después de varios días de intensísimas lluvias por fin aparecía el Sol en un tranquilo cielo. No tan tranquila estaba en cambio la base aliada, docenas de aviones se preparaban para lanzarse a lo que sería sin duda un ataque masivo sobre los japoneses. Todos los escuadrones anhelaban combatir y tenían más del 80% de los aparatos preparados para despegar cuando la torre comenzó a dar vía libre a los vuelos.
Ese día Juanma permanecería en la base, en misión CAP, ya que se temía que los japoneses intentaran bombardear el aeródromo aprovechando la gran visibilidad. Uno a uno observó como los pesados bombarderos B-25, A-20 y B-26 comenzaban a despegar lentamente, seguidos por los P-39 y los P-40 de escolta. Una nube de aeroplanos se dirigía al sur de Lae, cada escuadrón tenía sus objetivos y, según unos informes de Yurtoman, en Lae no había aviones caza para presentar batalla, por lo que parecía una tarea fácil.
El primer grupo en llegar al objetivo fueron, paradójicamente, los bombarderos pesados que golpearon duramente una y otra vez Lae, aunque esta vez los B-17C descansaron en Cooktown. Según el informe del Teniente Coronel Hasking (del 22nd B.G. y jefe del grupo de bombardeo) sus ataques se centraron en el
CA Myoko pero habían reforzado la defensa antiaérea alrededor suyo y dividieron el ataque en dos, golpeando también en
CL Tatsuta e hiriéndolo gravemente.
Casi al mismo tiempo a unas sesenta millas al sur, les tocaba el turno a los torpederos y cazabombarderos (Beaurort I, Beaufort V-IX y P-39) que ansiaban atacar a los japoneses y demostraron con creces sus habilidades, impactando en varios transportes de tropas y de suministros y dañándolos lo suficiente como para que la estrategia japonesa tuviera que replantearse. Un buen trabajo para los ingleses que una vez más resultaban imprescindibles en la guerra aeronaval.
A lo largo del día el ir y venir de los aviones mantuvo ocupado a todo el personal en tierra cuando de pronto las sirenas de bombardeo comenzaron a sonar. Juanma y su escuadrón, acompañados por los australianos del No 76 RAAF Sqdn. a bordo de sus Kittihawk I, se encaramaron a bordo de los P-40 y plantaron cara a los japoneses.
Cuando consiguieron contactar con los japoneses se dieron cuenta de que se trataba de aviones embarcados, el Kido Butai no debería estar muy lejos. Juanma se apartó de esos pensamientos y se dedicó a hacer lo que mejor sabía hacer... derribar japoneses. El combate fue cruento y sin piedad, pero los resultados brillaban por si mismos... treinta aparatos japoneses fueron derribados entre los antiaéreos y los compañeros de Juanma por tan solo tres bajas aliadas... el día empezaba a ser memorable
Al llegar a su despacho Juanma no pensaba en otra cosa que no fuera el Kido Butai, corriendo se dirigió al hangar donde se encontraban los aviones listos para la siguiente misión, tan solo tres Beaufort I. Era una locura pero ordenó a esos aviones despegar, montó en su aparato y junto a otros pocos pilotos se lanzaron contra el portaaviones que identificaron más tarde como el
CV Zuikaku. A pesar de la osadía y de combatir contra la escolta que protegía el portaaviones, los tres torpederos consiguieron acercarse al portaaviones, pero desafortunadamente ninguno de los peces llegaron a impactar contra el enorme buque. Una lástima, pensó Juanma cuando bajaba de su avión justo cuando empezaba a atardecer...
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Haplo sonreía desde el puente de mando del
Lexintong mientras docenas y docenas de aviones despegaban de la cubierta en busca de los seis buques de transporte que los SOC-3 Seagull habían localizado a 100 millas al norte, cerca de la isla de Tulagi. El almirante había ordenado un ataque total, Yurtoman le había informado que los portaaviones japoneses se encontraban muy lejos, al sur de Nueva Guinea, por lo que podían actuar impunemente.. y así ocurrió.
Después de varias horas de combates, aterrizajes, despegues y bombardeos, varias oleadas de Dauntless dañaron severamente al menos a cuatro de los transportes de tropas que volvían de Guadalcanal... seguramente no llegarían a Truk, aunque eso es trabajo de Yurtoman y su departamento de información e inteligencia.
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Luego de unas cuantas llamadas, generalmente de los altos mandos, Yurtoman se había convertido prácticamente en el hombre más buscado de todo el pacífico sur. Todos querían saber que estaba pasando en Lae, Rabaul, Guadalcanal, etc... Tenía respuestas para todos, pero sólo podía responder ante el general Kane y pocos hombres más. Fue a él a quien envió el informe en el que se informaba del hundimiento del
CVL Shoho en Lae debido a los últimos bombardeos, sin duda gran parte de la hazaña era mérito de Juanma y los muchachos del 19th BG del LTC Connally.
Informó a Sorel de la presencia submarina en las cercanías de Cairns, del Kido Butai a los almirantes de la flota, de la presencia militar reforzada en Guadalcanal, de la preparación del ataque a Buna... había sido un día divertido y esa noche durmió tranquilamente después de haber realizado una labor envidiable.
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Excelente jornada caballeros. El Shoho hundido y nuestros aviones golpeando duramente las lineas de suministro japonesas en Nueva Guinea con precisión quirúrgica. Haplo mientras tanto haciendo sus pinitos por Guadalcanal, creo que el japonés tardará al menos dos días en recuperar la compostura, tiempo que hemos de aprovechar en reforzar varios aspectos.
La guerra ASW ha comenzado, así que en breve espero una avalancha de submarinos japoneses en la barrera de coral, con suerte conseguiremos derrotarles antes de que nos corten los suministros con Port Moresby.
Por ahora no tenemos preparada ninguna operación militar en un futuro inmediato, más bien la cosa está parada a pesar de que los japos han llegado a desembarcar hasta seis unidades (probablemente ingenieros) en Guadalcanal. Esperaremos un poco a que trabajen por nosotros y aumenten el tamaño del puerto y aeródromo y después atacaremos con todo.
Listado de barcos hundidos:
CVL Shoho
DD Yuzuki
MSW Tama Maru
MSW Rokko Maru
PG Koei Maru
TK Goyo Maru