Ana Pastor, elegante y muy guapa, entrevistando al dictador que en muchos momentos parecía mostrarse a la defensiva ante las preguntas de la periodista. Habrá opiniones para todos los gustos pero para mí ha estado estupenda, ésta chica vale un potosí. Momento especial cúando pierde o "deja perder" el hiyab. La entrevista

Demasiado agresiva y parcial bajo mi punto de vista, cuasi-avasallando al entrevistado.
Si ese fuese su estilo, nada que objetar, pero no se yo si estaria condicionada por quien tenia enfrente.

Sin embargo, la entrevista se las traia. Ahmadineyad siempre acababa respondiendo lo mismo, respuestas a la defensiva, no ha aportado nada teniendo una ventana magnifica para poder hacerlo. Ale, otra oportunidad perdida, creo yo.

Le he visto a Pastor más de una entrevista en este estilo. En mi opinión hay que establecer una diferencia entre una entrevista y un interrogatorio. Prefiero las entrevistas (radiofónicas, en su caso) de Pepa Fernández en RNE: documentadas y respetuosas sin prejuzgar a la víctima, uy, perdón, al entrevistado que acepta tu ofrecimiento y te dedica su tiempo.

Este espectáculo lo veo en línea con otros de éxito hoy día: tendenciosos y belicosos porque "mola". Y no es eso.

El político iraní en cuestión no está entre mis ídolos ni de cerca, que conste; pero es que llega un momento en la entrevista en que tiene que darle una lección de 1º de Ciencias de la Información: usted pregunte, yo contesto y deje que el público opine.

Saludos:

Si lo cierto es que es el estilo de esta periodista, pero creo que se pasa tres pueblos. Muy valiente ella para ir a darle caña cuando sabe que cuando acabe la entrevista se vuelve a España y santas pascuas. Le vi una entrevista igual de agresiva con Esperanza Aguirre en la cuál también le intentaba dirigir las respuestas. En fin, quizás debería estar en otra cadena como por ejemplo la Sexta, porque en Irán no entenderán muy bien que se entreviste así por parte de una cadena que pertenece al Estado español. Por otro lado el entrevistado es como para echarle de comer aparte.