Por mi condición de isleño no me ha quedado otra que viajar en avión cuando me desplazo fuera de Gran Canaria. Según mi madre, la primera vez que me subí a un avión fue a los 3 meses con destino El Aiuun donde residía mi familia por aquel entonces. Al parecer, porque obviamente no lo puedo recordar, era un DC-3 de Iberia. Desde entoces hasta ahora he viajado en infinidad de aviones y es bastante probable que en alguna ocasión algún familiar, amigo o incluso yo mismo haya viajado en el avión siniestrado.
En absoluto me gusta el alarmismo o el sensasionalismo con el que se tratan este tipo de noticias. Considero que hay que esperar a las investigaciones de los técnicos para poder señalar y depurar responsabilidades. Aún así, y con el simple ánimo de informar, les muestro un artículo de sucesos publicado el pasado domingo en el períodico La Provincia de Las Palmas.
