Kal escribió:Jose Maria Pascual Santamaria "Víctor Serov" "Popeye"
Edito. Sólo he encontrado una referencia al apodo "Popeye". Lo coloco en segundo lugar.
Correcto.
Popeye.
En un diario donde firmaron muchos de los aviadores refugiados en las playas de Argelés, firmó como Popeye.
El siguiente relato esta extraido de 2Aviadores españoles en la gran guerra Patria" de Francisco Meroño, editador por Ed. Progreso, Moscu.
avisados estais.
Varios días continúa complicada y alarmante la situación en este sector del frente. Las fuerzas enemigas hacen desesperados intentos de romper la resistencia del Ejército Rojo. En los combates aéreos tampoco se escatiman fuerzas. José Pascual Santamaría y Domingo Bonilla, ala con ala con sus camaradas soviéticos, continúan la lucha indomable por Stalingrado. La aviación alemana, con la constancia de los vientos alisios sigue viniendo en manadas grandes, considerables; las pérdidas son tremendas y la lucha continúa pavorosa...
Los cinco aviones se pasan todo el día en el aire. Aterrizan, cargan combustible, municiones y otra vez van al aire, y en cada una de las misiones hay combates rudos, inclementes, unas veces contra los cazas, otras veces contra los bombarderos. No queda tiempo ni para tomar un trago de agua que refresque las gargantas. El primer vuelo lo manda el capitán Bashkirov. Vuelan Kozlov, José Pascual Santamaría, Fiódorov y Domingo Bonilla…
Se nota algo de bullicio entre los cazas nuestros y enemigos. Los nuestros tienen que hacer todo lo posible para que las bombas no caigan en las posiciones de nuestro ejército, pero el enemigo trata de salir con la suya.
-Atacar y esquivar los ataques de los cazas –repite Bashkírov.
Quedan contados segundos. El nerviosismo contagia a todos. Los cuarenta aviones enemigos no esperaban tanta osadía ni tanto valor de los cinco “Yak” que como gases sulfurosos salidos de las fumarolas de la tierra, vienen ahora del cielo a una muerte casi segura, inevitable… Bonilla y Fiódorov se enfrascan mas arriba con los cazas, cañoneándoles a cada intento de bajar en ayuda de los suyos. Bashkírov, José Pascual y Kozlov siguen sus violentos ataques contra los “Junkers”, persiguiéndoles hasta ras de tierra… El capitán Bashkírov inicia un viraje de combate demasiado prolongado… los disparos se cruzan en hojas de acero y algunas balas enemigas escarabajean dentro del avión de Bashkírov… el capitán salta al espacio, abandona el aparato… José Pascual da dos virajes horizontales para espantar a los Messers que le rodean y envía ráfagas a los que quieren ametrallar a Bashkírov, colgado del paracaídas…
Convencido de que el comisario llegó incólume a tierra José Pascual empuja el sector de los gases a fondo y su Yak se encabrita sumiso, va tomando altura como una mariposa agarrada por el torbellino. Sube mas y mas y, atrevido como siempre lo fuera lanza su aparato en persecución del enemigo. Estos jamás serán capaces de creer que un solo Yak intente atacar a cinco de ellos... pero han calculado mal cuando como un huracán les cae encima, enviando a tierra, con la primera descarga, el primer Messer. La desproporción se hace menor. “Este es el duodécimo avión enemigo derribado por mí, piensa José Pascual Santamaría. Un fascista menos queda… Sube indómito como un halcón, cae de ala cuando llega a la cúspide del viraje y vuelve a caer, azotando con balas al trecécimo de su cuenta… Los tres rivales restantes rehuyen el encuentro con ese diablo que les cae del cielo. Forman un carrusel horizontal y le aprietan hacia el Oeste, en retirada al territorio ocupado por ellos; pero José Pascual, encendido por el resentimiento o enardecido por las dos victorias consecutivas, decide acosar al enemigo dentro del carrusel que formaron y, cuando su mortífera racha de fuego alcanza al tercer Messer y éste se va retorciendo en las convulsiones de la muerte las balas del enemigo entran en su aparato… José Pascual se arroja al vacío. La bola redonda que forma su cuerpo se va perdiendo poco a poco como un punto lejano. El paracaídas, cortado el cable por una de las balas, no pudo abrirse.
Es imposible olvidar su heroísmo. José Pascual Santamaría fue uno de los primeros en los cielos de España y ha muerto como un héroe defendiendo Stalingrado.