25 de septiembre de 1914. Turno 9. Las hojas amarillean en los árboles, pero aún no han caído.
Natch Paris: situación a mitad del turno.
Y situación finalizando el turno:
Se puede ver también que he abierto una brecha entre ingleses y franceses. Pero el ataque aquí no es el principal, sino que es accesorio. Lo importante es que las tropas alemanas ya están a quince kilómetros de París.
Dos armas secretas: Una, la artillería. Tengo concentrada allí toda la artillería disponible. Dos, las reservas: cuando las tropas de primera línea se fatigan o se les agota la munición, son relevadas por reservas que han llegado en tren desde la retaguardia, frescas y bien suministradas, que continúan el ataque, golpeando a unos franceses ya cansados de combatir contra la primera oleada.
Respecto de las reservas, debo decir que los rusos han decidido retirarse hacia el interior de su país, desoyendo las desesperadas súplicas de los franceses, que piden una ofensiva en el frente oriental. Un par de pequeñas contraofensivas tanto de alemanes como de austriacos, los han asustado.
Creo que es un error, y un error importante. Esto libera a muchas tropas alemanas que desde Prusia van a ser enviadas al sector de París. Una ofensiva rusa retendría algunas tropas. No muchas, la verdad, porque París es el premio gordo. Voy a por él. Y si para eso he de ceder terreno en Prusia Oriental, lo cedo. (en la realidad, el Káiser ordenó que se enviasen un par de cuerpos a Prusia oriental, cuerpos que no estuvieron en la batalla del Marne).
Otro pequeño truco que me ha salido bien ha sido lo de obligar a alargar el frente a los franceses con mi caballería. ¿Recordáis la película Alejandro, cuando en la batalla de Issos la caballería macedonia corre hacia un flanco, obligando a los persas a seguirlos en paralelo; y de pronto los macedonios cargan contra el centro? Pues eso es lo que he hecho.
Los franceses están replegandose del saliente de Verdún, ante la amenaza de envolvimiento. Eso es correcto, incluso deberían haberlo hecho antes. Una brigada de caballería mía ha quedado aislada y será aniquilada. En fin, hay que pagar un precio cuando atacas tan agresivamente.
En el mar, bastante tranquilidad. La flota alemana se reaprovisiona y descansa, en vista de que se tendrá que volver a enfrentar a la Grand Fleet. Lo único destacable es que los franceses se internan por aguas del Adriático y atacan un puerto donde está refugiadas las pocas unidades marítimas austriacas activadas. El imperio austrohúngaro, con su característica eficacia, no activará sus acorazados hasta el turno 45.
Pero si no tenemos barcos, tenemos zeppelines, que hunden a cuatro acorazados franceses. Bueno, lo de hunden es un decir, o hunden o dañan, no puedo saberlo. Después de esto, los barcos franceses serán un poco más prudentes y mirarán al cielo. (los zeppelines son esa ficha como de bombardero, no tienen un dibujo especial, qué pena, quedaría chulo).
En Serbia, poco que comentar. Continúa el asedio de Sarajevo, aguardo a que el hambre haga su efecto (además, no tengo prisa y las bajas por hambre no van al pool).
En Kenia, cerco y ataco Mombasa, la principal base de aprovisionamiento de la Entente en África. Y como los boérs han cortado el ferrocarril que sale de la otra base en Suráfrica, Cape Town, me parece que ahora los soldados africanos de la Entente van a tener que seguir la dieta de la alcachofa.
Mi oponente se ha dado cuenta de lo importantísimo que es Mombasa, demasiado tarde. Está evacuando Namibia, que deja en mi poder, supongo que para embarcarse hacia el África occidental alemana, vulgo Tanzania. Voy a fortificar Mombasa, para dificultar su desembarco allí, y trataré de proteger mis puertos.
Siguiendo con los combates en Tanzania, he frenado y aniquilado un intento de invasión desde el Congo Belga. Los belgas supervivientes ahora están trabajando en una plantación. Un batallón inglés que trataba de llegar desde Zambia, ha sido rodeado y forzado a rendirse.
Y los Wasukuma, una tribu aliada de los alemanes, ha cortado los accesos ferroviarios de Nairobi por el norte. Podría atacar ahora Nairobi con las fuerzas que han conquistado Mombasa, pero prefiero defender primero Tanzania del desembarco de la Entente, que seguro se producirá (vamos, creo yo).
Por lo demás, pocas novedades. En Yemen, un batallón de indios está aislado, sin agua, o sea que no creo que dure mucho. Mi oponente ha desembarcado allí sus tropas indias, que se han atascado en las montañas yemeníes. En mi opinión, en vez de atacar Namibia, Togo y Yemen, debería haberse concentrado en Tanzania; una vez conquistada Tanzania, le habría sido fácil conquistar el resto del África Alemana. Ahora lo va a tener un poco más complicado...
El Káiser está bastante contento de cómo va la guerra y el plan Schlieffen funciona a la perfección. ¿Los franceses serán vencidos antes de que caigan las hojas?-me pregunta.
-Bueno, depende de qué hojas, mi Káiser. ¿Las de los pinos? -respondo-. Pero lo de las hojas no es importante, la fecha límite es la llegada del invierno, en la semana 20 de la guerra. Entonces habrá que parar la ofensiva. Y si para entonces no hemos conquistado París, habremos perdido la guerra. Pero el aire huele a victoria...
Por cierto, cuando comenté en el foro que iba a jugar este escenario, alguien me advirtió que era aburrido y que conducía de forma inevitable al estancamiento. Para mí está siendo de todo, menos aburrido.