Fué a mediados de Diciembre





Quedamos en el Queimada, un local que además tenía muchas ganas de conocer debido a todo lo que se hablaba en el hilo de aficionados de Barcelona al tablero sobre él. Y no decepcionó. Una colección impresionante de juegos que desbordaban estanterías que a su vez se desplegaban por varias paredes del bar, un ambiente que invitaba a sentarse y empezar a tirar dados -y eso que por lo que decían no era de las mejores noches- y un trato muy agradable por parte de los dueños. La verdad es que me fuí y entre tanta despedida se me olvidó felicitar al dueño por el local y la colección de juegos que tenía

Cuando llegué la tropa ya se había reunido. La foto es del final de la reunión, pero ya vale de chachara sin afotos

Un mes más tarde no lo tengo demasiado fresco, pero voy a ver si acierto... De izquierda a derecha: Ostwind, Adelscott, Silverman, Balowsky, Metabcn y sentado Kokono.
El gran Silverman ejerció de maestro de ceremonias introduciéndome rapidamente en ambiente. Tras las presentaciones, las birras de rigor y meternos un poco con otros miembros de pdl que no nos oyen




Ambos tenían una pinta excelente y una presentación de lujo, pero ya que uno de ellos era de WWII nos decidimos por él. White Star Rising:

Había llevado cámara de fotos con la intención de usarla profusamente, pero en una de mis habituales exhibiciones de falta de reflejos la saqué a última hora y sólo por que Balowsky preguntó si alguien tenía una para inmortalizar la velada



La partida estuvo bien. El reglamento no parecía ni complicado ni farragoso y ademas era Ostwind quién iba explicando y arbitrando conforme surgian dudas y avanzaba la partida. La impresión que saqué es que era un juego sencillo pero no simple que podía ser una buena compra tanto para noveles como para jugadores más "curtidos".
La pareja Ostwind-Adelscott -siempre es bueno estar con quien se sabe las reglas

Finalmente, tras arrasar la defensa alemana, llegó la paz y la hora de irse, aunque si por mi hubiese sido me hubiese quedado allí hasta que me hubiesen tenido que echar con agua caliente, pero eso de "vuelvo en un par de horas" cuando ya habían pasado más de tres empezaba a pesarme un poco

Una gran noche en compañía inmejorable



