
Como hay usuarios de PS3 en este foro, voy a comentar el juego Demon´s Souls, que puede ser de interés para algunos. A mí me sorprendió bastante por lo bueno que es.
Se lee por ahí que DS es un juego de rol, pero no es verdad. En realidad es un hack´n slash, como lo denominan los guiris, de corte medieval y fantástico, en el que puedes aumentar tus estadísticas. Esto quiere decir que vas con tu personaje cargándote enemigos a medida que avanzas por los escenarios. Parece simple, pero no lo es, ni de lejos.

Al empezar el juego, estamos llegando al reino de Boletaria y pasamos por un tutorial en el que se nos enseñan los movimientos básicos. Llegados a cierto punto, morimos. Entonces reviviremos en un lugar llamado Nexus, donde se encuentran los pocos últimos humanos del reino. Nos cuentan que los demonios han invadido el reino y demás clichés (no es muy original el argumento). Entonces empieza de verdad la aventura.
El juego tiene unas cuantas caracterísitcas que lo hacen original, e incluso único. Para empezar no podemos morir. Cuando palmamos, pasamos a ser un espectro. El juego cambia de la siguiente manera: los enemigos son más fuertes, dejan más recompensa al morir, y nosotros tenemos sólo la mitad de la barra de vida. Por otro lado, al morir la tendencia del mundo cambia hacia la oscuridad. Lo de la tendencia lo explico después.

En DS no existe la compra/venta. Todo lo tenemos que conseguir a base de saqueos, aunque se pueden mejorar las armas invirtiendo almas.
La moneda del juego son las almas de los enemigos. No sirven para comprar objetos, sino para subir las estadísticas, forjar objetos, y comprar magias y milagros.
El juego te permite elegir qué clase de personaje quieres. Aunque después puedes variarlo como quieras. La clase sólo determina las características iniciales. De esta manera, podemos pasar de guerrero a mago consiguiendo la suficiente cantidad de almas. Aunque alguna clase puede darte algún objeto especial al empezar la partida.

El juego se divide en 5 mundos, y cada mundo tiene diferentes niveles. Al principio tienes que jugar la primera sección del primer mundo, pero después se abren los demás, de manera que puedes ir donde quieras. Los enemigos del juego son demonios. Normalmente en forma de guerreros, esqueletos y monstruos de diferentes tipos. En otro nivel están los monstruos grandes, que cuesta sudor y lágrimas matar, y por último los archidemonios que directamente te harán mierda.

Si uno se pone a jugar a DS, rápidamente se da cuenta de algo fundamental: es difícil como su puta madre. Pero difícil, DIFÍCIL, DIFICILÍSIMO. Cualquier enemigo puede darte pasaporte rápidamente, y no digamos si caes en una emboscada con 3 o más enemigos dándote para el pelo. DS no te perdona. Te exige ir con pies de plomo y tirar de toda la habilidad que tienes. Y ya cunado te enfrentas a un archidemonio... Se pasa mal, pero por alguna razón, siempre quieres más.
En DS no puedes morir, pero si te derrotan eres castigado cruelmente: todas las almas que hayas obtenido se quedan en el lugar de tu deceso, y tú te regeneras en el Nexus. Puedes volver a recuperarlas, pero si te matan antes de conseguirlo, diles adiós para siempre. Esto significa que dos horas de juego se pueden ir a la basura por un pequeño error. El juego graba automáticamente, así que no se pueden hacer trampas.
Esto hace que cada paso que des se convierta en una auténtica aventura. Llegas a una gran puerta cerrada. ¿Qué hay detrás? ¿Me atrevo a seguir o vuelvo al Nexus para asegurar las almas que tan duramente he recogido?

Y este efecto se incrementa gracias al genial sistema online que tiene el juego. Si jugamos conectados, podemos interactuar con otros jugadores de una manera muy curiosa. En primer lugar, de vez en cuando veremos una figura fantasmal que recorre el juego. Se trata de otro jugador que vive su particular aventura, cuyo avatar se superpone en nuestro mundo. Por otro lado, a veces se ven unos charcos rojos en el suelo. Si activamos el charco veremos los últimos momentos de un jugador. Esto te da pistas de qué te vas a encontrar inmediatamente después. Conviene fijarse bien porque su muerte nos pondrá sobre aviso de una emboscada o una trampa.
Además, el juego permite dejar mensajes para otros jugadores. Por ejemplo, antes he comentado que puedes verte ante una gran puerta. Delante de la puerta hay mensajes. Estos mensajes pueden advertirte de un gran peligro, o decirte que hay un tesoro, o que hay un enemigo que es débil frente a armas contundentes, o resistente al fuego, etc. Si consideramos que el mensaje es útil, podemos valorarlo positivamente, así que quien lo haya dejado, automáticamente recupera vida. Sin embargo en muchas ocasiones es una mentira hecha para que mueras: la caída no hace daño, no hay enemigos, hay un objeto de gran poder, etc. De ti depende creértelo o no.
En cierto momento del juego se adquiere la habilidad de invadir el mundo de otro jugador. Bien sea para ayudarle, o para matarlo y robarle sus almas. Y lo mismo pueden hacernos a nosotros.

Puedes enfrentarte al juego de diferentes maneras. Con habilidades de combate cuerpo a cuerpo, a distancia, con magia y milagros, o mediante una mezcla. Hay que tener en cuenta que cada vez que subes de nivel, lo que te permite subir un punto en una de tus caracterísitcas, el siguiente será más difícil de alcanzar. Por lo tanto, una vez enfocado tu personaje es difícil cambiarlo a no ser que le eches horas y consigas toneladas de almas. Tanto las armas como los hechizos y milagros exigen un nivel de la característica que las rige para poder ser usadas. Así que podemos tener una buena arma que se adapte a nuestro estilo de juego, pero no poder emplearla por no tener nivel suficiente.
En cualquier caso la mayoría de las armas no son mejores o peores: o bien se adaptan a nuestro estilo, que puede ser rápido, con poca armadura y ataques veloces y débiles; o resulta ser especialmente efectiva cntra un determinado enemigo.
El caso es que no podemos ir cargados de armas y armaduras. Lo que podemos llevar está muy limitado, y además tenemos que contar con el peso, que si es excesivo nos hará lentos, torpes, y hará que la barra de stamina se consuma muy pronto, dejándonos vendidos ante los enemigos.

Gráficamente, el juego está bien. Destaca lo grandes que son los escenarios, que casi no hay cargas, y que la fluidez es total.
La parte artística es de gran calidad también. Los escenarios por los que pasamos son muy variados. pero en todos ellos tendremos la misma sensación: están desolados, muertos, podridos. La influencia de los demonios se nota a cada paso. Da igual que sea un castillo medieval que una cueva atravesada por un río de lava. Además, gracias a esto, el juego consigue darnos la sensación de que somos insignificantes, débiles, la última esperanza de un reino totalmente corrompido. En definitiva, que estamos a un paso de ser aniquilados.

Otro asunto importante es la tendencia del mundo, blanca o negra. Al empezar, es neutral, pero podemos cambiarla con nuestras acciones. En función de la tendencia hay eventos que ocurrirán y otros que no. La tendencia se varía con algunas acciones. Por ejemplo, si estamos vivos y nos matan (con lo que pasamos a ser una especie de fantasma), la tendencia se va al negro. Pero si matamos a un archidemonio se irá al blanco, y además reviviremos.
Al cambiar la tendencia el juego puede hacerse más fácil o más difícil. Incluso pueden aparecer enemigos exageradamente poderosos que de otro modo no veríamos.
De cualquier manera, lo mejor la primera vez que se juega es no variarla. Sólo si se quiere descubrir todos los secretos es conveniente hacerlo.

DS está hecho para jugarse con una guía al lado. No para anticiparse a los peligros ( lo que también es recomendable), sino para saber dónde se encuentran ciertas armas y artefactos, y para saber qué hacer con las almas de los archidemonios que derrotamos. Estas almas son únicas y pueden invertirse en aumentar las habilidades del personaje, aunque no es recomendable. Lo mejor es forjar armas poderosísimas que de otra manera no obtendríamos.
Demon´s Souls es un juego que se ha hecho famoso no por la publicidad, sino porque ha gustado muchísimo. De hecho no iba a llegar a Europa, pero han sido tantos los que lo pedían que lo han traducido y editado en el viejo continente, España incluida y en castellano.
No te perdona ni un fallo, pero consigue que aunque te derroten sigas jugándolo. Y eso es porque quien falla eres tú, no el juego; así que no te enfadas y lo dejas de lado.
La historia no es nada del otro mundo, apenas hay personajes con los que interactuar y el objetivo se limita a resistir y avanzar. Pero consigue que te sumerjas en el reino de Boletaria y te creas su salvador. Aunque la mayoría de las veces acabas pensando que quien necesita ser salvado eres tú.
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