Este ex-marine comenzó su carrera cinematográfica en el año 1964 en el western "Taggart" (1964) de R.G. Springsteen. Quedó encasillado por la serie Kung Fu (serie de la cual no me perdía ni un capítulo cuando era muy pequeño... -¿quién no recuerda las hazañas del "pequeño saltamontes"?

David Carradine hizo, a lo largo de su carrera, muchas películas, y de todo género. Pero, principalmente, películas de artes marciales (y no demasiado brillantes, por cierto). Una pena, porque era un magnífico actor, al igual que lo era su padre, el extraordinario John Carradine (es de familia de artistas, un caso similar a la familia Barrymore o los Fonda).
Sin duda, de todas sus interpretaciones en el Cine, me quedo con su papel de Bill en la película de Quentin Tarantino "Kill Bill", actuando junto a Uma Thurman. En concreto, en el Volumen 2 de esta película, los diálogos finales entre David Carradine y Uma Thurman son magníficos, el tiempo en ellos parece que no existe de repente, y hay una mezcla de atracción de los dos personajes y tensión a la vez muy rara de hallar en el Cine de hoy día. Cuando Bill le explica el origen de los superhéroes de los cómics y por qué Superman es especial, cuando hablan de la felicidad perdida en la vida, del camino hacia la autodestrucción... Y todo con mínimos gestos de la cara... "Kill Bill" pasa a ser de una película de acción a una película minimalista, sin acción alguna pero, gracias al gran trabajo de David Carradine, el final se convierte en inolvidable y muy especial.
Tarantino supo ver el gran actor que era (al igual que ya hizo en su momento con otro "desaparecido hasta entonces", John Travolta).
Descanse en paz.