TURNO 23
Semana del 20 de noviembre
Tras capturar Slaviansk y derrotar a aquella brigada acorazada rusa, el mando del III Pz korps nos ordenó defender costase lo que costase aquella localidad. ¿Qué importancia podía tener aquellas cuatro isbas mal construidas para nuestra ofensiva?, muy sencillo era el sector donde con toda probabilidad, los rusos tratarían de aliviar la presión que sobre el 12º Armiya soviético ejercíamos.
Rápidamente nuestro comandante Sepp Dietrich ordenó defender el sector suroriental del perímetro, nuestros kameraden de la 13ª Panzer harían lo propio con el nororiental. Lamentablemente la Luftwaffe combatía duramente en otros sectores igualmente críticos por lo que tan solo nos prometió una staffel de cazas…. Menos es nada.
El I/814º batallón de artillería nos prestaría todo el apoyo que precisáramos, atendiéndonos con misiones de fuego concentrado a petición de los jefes de compañía.
Distribuí a mis hombres por secciones con apoyo de morteros y ametralladoras, cada una de ellas cubría el ángulo ciego de la anterior. No podíamos hacer otra cosa que esperar.
La noche del 18 de noviembre, se desató el infierno sobre nuestras cabezas. El 40º Armiya soviético entero se lanzó contra nosotros. Más tarde supimos que tres divisiones de infantería (230, 253 y 284 divisiones de rifles, esta última compuesta por los duros siberianos del general Batyuk) y otras tres de caballería (38ª, 40ª, 50ª) fueron las encargadas de exterminarnos y arrollar nuestro flanco, más de 43.000 hombres y 429 piezas de artillería y morteros.
La obertura la compuso la artillería soviética, sin embargo buena parte de sus “regalos” cayeron sobre las trincheras vacías que con mucha astucia había ordenado crear nuestro comandante. El espectáculo era tremendo, grandes fogonazos iluminaban el campo nevado.
Calmé a un par de mis hombres y me fui paseando por cada una de las posiciones arengándoles lo mejor posible para mantener su ardor y agresividad.
Era una noche oscura, la temperatura había bajado a los 10º bajo cero, pero la blancura del terreno reflejaba perfectamente las sombras. Alrededor de las 4 de la madrugada, escuchamos en la lejanía varios hurra ¡!, por parte de miles de gargantas ebrias de vodka, ordené preparar y cargar las armas. Mi 12º kompanie disponía de 4 morteros de 81mm y 10 MG-34 dispuestas a darles una calurosa bienvenida a aquellos bárbaros.
Miles de sombras vociferantes corrieron hacia nosotros gritando y disparando no se sabía muy bien donde. Calma, no podíamos perder los nervios, un solo tiro en falso y delataría nuestra posición la cual sería batida inmisericordemente por la superior artillería soviética. Me dije a mi mismo, 50 metros, esa es la distancia idónea de ataque. Cogí el teléfono de campaña, trague saliva y di unas coordenadas a nuestra artillería, ordené fuego de granadas rompedoras y fragmentación.
¡ Fuego !, casi al unísono, todas las unidades de la Leibstandarte abrimos fuego contra los atacantes, yo mismo dirigí el fuego de una posición de ametralladoras. En el horizonte caían como bolos aquellas figuras vestidas de blanco, pero seguían avanzando.
Nuestra artillería masacró unidades enteras al descubierto y en campo abierto. Las ametralladoras hervían pero no podíamos detener el fuego. En ese momento la artillería soviética empezó a abrir fuego contra nosotros aun a pesar de afectar a sus propias tropas, malditos rusos.
Nuestras piezas abrieron fuego de contrabatería contra las soviéticas, por lo que perdimos su mortal fuego de apoyo. No obstante nuestra línea se mantenía firme. Incluso vimos como los panzer lanzaban un contraataque de flaqueo sobre los infantes rusos, fue un magnífico espectáculo.
La batalla duró 12 largas horas, pero habíamos rechazado a todo un ejército ruso. Sobre el campo, más de 4200 frontoviki yacían muertos o heridos, mudos testigos de nuestra eficacia.
Las bajas de nuestras dos unidades, apenas superaban los 180 hombres entre muertos y heridos.
Había sido una gran victoria que debía explotarse. Ordené cambiar los desgastados cañones de las ametralladoras y prepararnos para movernos de nuevo, no tomaríamos prisioneros de entre los caídos rusos, era inhumano, cierto, pero la guerra también lo es.
Los diferentes contraataques soviéticos habían estado a punto de envolver nuestra punta de lanza panzer, pero no sucedió así. Debíamos continuar con la operación Wottan y destruir al 12º Armiya soviético. Debíamos coordinar los ataques de nuestro 1º Pz gruppe y los del 6º Armee con el fin de cerrar la bolsa.
Mientras tanto el IV Armeekorps del 17º Armee contraatacaría como diversión a las divisiones soviéticas de su sector.
Nuestra misión iba a ser muy diferente ahora. Pues debíamos concentrar las fuerzas del XLVIII Pz korps y del III Pz korps, dos panzerdivisionen y la LSSAH con el fin de dar un nuevo golpe a los siberianos del 40ª Armiya. Nuestra superioridad artillera y acorazada se hizo notar, pero aquellos duros combatientes ahora se encontraban en sólidas posiciones defensivas protegiendo la localidad de Kramatovskaya.
Un inesperado campo minado detuvo en seco a los panzers de la 16ª Pz, tan solo la providencial llegada del 672 Pioneer Batallion evitó una catastrofe. Los obuses rusos no paraban de caer a lo largo y ancho de nuestro avanze, a Dios gracias su control de tiro era muy deficiente. Aun asi las bajas que nos causaron fueron muy fuertes.
La LSSAH asaltó el norte del pueblo junto a la 13ª Panzer, fuimos inmisericordes, cada posición era demolida con rabia, esos malditos rusos no sabían cuando darse por vencidos. Cuando por fin comenzaron a retirarse, supimos que habíamos vuelto a dar un serio correctivo a aquellos duros soldados, mas de 4700 hombres entre muertos, heridos y prisioneros. Pero el coste de aquella victoria no fue baladí 1075 de nuestros hombres causaron baja.
Georg y el joven Martin fueron los que cayeron por parte de la 12ª kompanie, por no hablar de los 8 heridos de diversa consideración. Estábamos agotados……
Las operaciones habían sido perfectamente ejecutadas. Al final de la semana habíamos cercado al 12º Armiya soviético y asestado un duro golpe al 40º, la siguiente semana sería crucial para dar por concluida la operación Wottan. No sabíamos que pasaría después, lo que si sabíamos es que por ahora estábamos vivos y satisfechos con la grata sensación del deber cumplido.
Más al sur, la batalla por Crimea se recrudecía. El 11º Armee de von Manstein asaltó a conciencia las sólidas defensas de la fortaleza de Sebastopol, pero aquellos fuertes resistieron cobrándose un alto precio en vidas alemanas. Mejor y más productiva fue el asalto al puerto de Feodosia y a la península de Kerch, dos divisiones de Rifles y una brigada fueron cercadas, sin duda, Kerch caería la semana siguiente, lo que ayudaría a echar el ancla y defender mejor la importantísima península de Crimea.
La cruz de tanto heroísmo la pusieron los hombres del 4º Ejército rumano, los cuales volvieron a estrellarse de nuevo ante las defensas de Odessa, ese forúnculo amenazaba con infectarse si no se le ponía remedio.
En el flanco norte del Heeresgruppe Sud, las batallas entorno a la ciudad industrial de Kharkov rugían con toda su fuerza.
Los avances eran limitados, y las bajas cuantiosas pero aquellos hombres se estaban dejando la piel.
Incluso los italianos se atrevieron con un ataque, el cual resultó exitoso, aquellos hombres del sur, de pelo moreno y de costumbres alegres, parecía que se estaban empezando a comportar.
En el Heeresgruppe Mitte, la operación Taifun proseguía….. pero a rito muy lento. La pinza sur por parte del los 2º y 4º Panzergruppe ya habían flanqueado Moscú por el sur y por el este, pero si los panzers de Hoth no se abrían paso desde el norte, no se conseguirá nada. De nuevo la siguiente semana decidiría en destino de la ofensiva.
La densidad de las defensas y el número ingente de defensores hacía cualquier progresión costosísima, si a eso le añadimos el clima y las duras condiciones en la que tenían que luchar aquellos hombres, nos puede dar una idea de lo que era combatir en aquel remoto lugar abandonado de la mano de Dios.
El flanco sur de Taifun lo cubría el 4º Armee, cuya fuerte infantería mantenía firmemente defendido el frente ante cualquier contraataque
El norte también se encontraba firmemente anclado por las tropas finlandesas y por los duros conquistadores de Leningrado, el 18º Armee de von Kuchler.
Era por lo tanto fundamental triunfar en nuestra ofensiva sobre Moscú. Lamentablemente nuestra información era muy limitada, pues apenas habíamos tenido los descansos necesarios y no habíamos podido contactar con nuestros amigos de transmisiones…. Todo eran rumores, lejanos e inciertos rumores.
Lo que no eran rumores eran las bajas tan preocupantes que estábamos teniendo, en particular por parte de nuestros aliados rumanos;
Querida Eva
Cada vez hace más frio, aun peleamos con fiereza, sabes que siempre me gustaron los inviernos Berlineses, aquellos paseos nocturnos por el Tiergarten helado….. pero esto es diferente. Los lugareños, no recuerdan un mes de noviembre tan frio en muchas décadas…. Y aun no hemos entrado en el invierno, si esto sigue así, no se a donde vamos a llegar….. otros calcetines como los que me enviaste me vendrían muy bien mi amor.
Te quiere tu Hubert